¿Podrá el mundo ganar la batalla contra los plásticos?

Un informe de Jefferies Financial Group concluye que, incluso endureciendo la legislación contra el uso de este material, habrá serios problemas para mejorar los niveles de reciclaje y reaprovechamiento a nivel global.

Incluso si los países endurecen fuertemente las regulaciones, el planeta aún tendrá dificultades para reciclar 50% de sus desechos plásticos en 10 años, según un informe de Jefferies Financial Group.

La preocupación cada vez mayor por la creciente montaña de plástico desechado obligará a los gobiernos a endurecer las normativas, y las compañías con un valor de mercado combinado de US$3,5 billones se verán afectadas por variadas prohibiciones e impuestos destinados a combatir la contaminación plástica, escribieron analistas de Jefferies.

No obstante, “dadas las bajísimas tasas de reciclaje que observamos hoy, creemos que incluso con regulaciones mucho más estrictas, es poco probable que las tasas globales de reciclaje puedan alcanzar 50 % para 2030”, según el informe. “El impacto de los plásticos que se filtran al medio ambiente, contaminan los océanos y entran en la cadena alimentaria podría ser una preocupación casi tan grande para la sociedad civil como el cambio climático”.

La creciente contaminación por plásticos se ha convertido rápidamente en una crisis ambiental urgente. Según Jefferies, casi la totalidad de los 8.000 millones de toneladas de plástico que se han producido en la historia continúan existiendo, ya sea en vertederos o en el medio ambiente. La durabilidad y resistencia del material a la degradación hace que sea casi imposible descomponerse por completo, lo que hace que persista durante siglos.

Prohibición en China

Las regulaciones sobre el plástico de un solo uso se están intensificando, según un informe de BloombergNEF. China, uno de los principales usuarios del mundo, anunció hace poco planes para prohibir el plástico de un solo uso en lugares como centros comerciales y en servicios de entrega de alimentos.

Singapur, que recicló cerca de 4% de sus desechos plásticos en 2018, aprobó esta semana una ley que endurecerá las normativas para que ciertas categorías de desechos plásticos crucen sus fronteras, informó Straits Times.

Muchos países de África han impuesto restricciones a la fabricación de plástico o han intentado limitar el consumo del material a través de gravámenes. Francia prohibió el uso de platos, tazas y cotonetes plásticos a partir del 1 de enero con el objetivo de eliminar gradualmente todos los artículos de un solo uso para 2040.

Tailandia y Nueva Zelanda han impuesto restricciones o han prohibido las bolsas de plástico de un solo uso, mientras que en Indonesia entra en vigor una prohibición en junio de este año.

Sin embargo, Estados Unidos recicla menos de 10% y Europa, 30%, en promedio, indicó Jefferies.

Por su parte, la región de Asia-Pacífico, que tiene la mayor participación en el mercado de embalaje, debe asumir gran parte de la culpa de los plásticos en el océano, señaló.

Actualmente, se incinera más plástico del que se recicla, y es posible que los gobiernos deban acelerar sus prohibiciones sobre los embalajes plásticos e imponer gravámenes para frenar la demanda y proporcionar fondos para cubrir los costos de limpieza, sostiene el documento de Jefferies.

El Espectador