‘Pacto por Colombia’, ‘Pacto por la transformación energética’

La Ministra de Minas y Energía habla del Plan Nacional de Desarrollo. Opinión.

EMSA, hacia la apertura de nuevos negocios
Una compañía que proyecta su expansión apoyada en las energías limpias y renovables.
Foto: Cortesía Electrificadora del Meta

El Plan Nacional de Desarrollo ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’ traza la hoja de ruta para asegurar un avance decidido hacia la energía del futuro.

En el ‘Pacto por la transformación energética’ están las bases para que Colombia cuente con una canasta energética confiable, competitiva y sostenible.

Colombia es un país rico en recursos renovables y no renovables, que nos han permitido ser autosuficientes en energéticos y han generado desarrollo, riqueza y empleo.

La fortuna nos sigue acompañando, la energía del futuro vendrá del sol y el viento. En La Guajira, el viento sopla al doble de la velocidad mundial, y muchas zonas del país tienen altos índices de radiación solar.

La diversificación de la matriz de generación es una necesidad inaplazable. En estos cuatro años, Colombia pasará de tener instalados menos de 50 megavatios de energías alternativas, como solar y eólica, a al menos 1.500 megavatios. Adicionalmente, avanzaremos en digitalización del sector eléctrico, medición inteligente, eficiencia energética y movilidad eléctrica y de gas, acelerando la adopción de la innovación tecnológica y la cuarta revolución industrial, para mejorar la calidad y competitividad al servicio de los colombianos.

En pleno siglo XXI, y siendo un país rico en recursos energéticos, tenemos dos desafíos en equidad.

Cerca de 500.000 familias no cuentan con energía eléctrica, y un millón de familias cocinan con leña. En el PND definimos la estrategia para avanzar en el cierre de brechas, con nuevos accesos a energía y gas. Por otra parte, cerca de 10 millones de colombianos del Caribe tienen un deficiente servicio de energía que frena las oportunidades de crecimiento de la región y afecta la calidad de vida de sus habitantes. El PND presenta una solución estructural e integral a la problemática de Electricaribe.

Avanzaremos en la transformación energética, al tiempo que somos realistas; el mundo seguirá necesitando combustibles fósiles. Por esta razón es imprescindible asegurar la autosuficiencia en petróleo y gas, amenazada con unas reservas de solo 5,7 años y 11,7 años, respectivamente. El gas natural es uno de los protagonistas de la transición, y si no encontramos nuevas fuentes, entre 2021 y 2023 necesitaríamos importarlo para suplir parte de la demanda. Nuestra meta es llevar gas domiciliario a un millón de nuevos usuarios. La transformación energética también traerá oportunidades para la minería. Las energías renovables y la electrificación de la economía aumentarán la demanda de minerales como cobre, níquel y litio. Colombia cuenta con importantes recursos en algunos de estos minerales. En el PND están las bases para la diversificación y la formalización de la actividad minera, para asegurar su desarrollo de manera sostenible con las comunidades y el medioambiente.

Por último, no podemos olvidar que este es uno de los sectores más importantes para la economía.

Representa cerca del 8 % del PIB y explica cerca del 20 % de la reducción de la pobreza.
En el PND 2018-2022, aportará más de $ 100 billones en regalías, impuestos y dividendos. Este sector es fundamental para financiar la educación, la salud, la vivienda, las vías, los acueductos. Es fundamental para el presente y futuro de Colombia.

El éxito del ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’ está en manos de todos. Es una responsabilidad conjunta asegurar que los recursos que genera la actividad minero-energética se traduzcan en desarrollo, beneficios y oportunidades para una Colombia que no para, una Colombia que avanza en la transformación energética.

MARÍA FERNANDA SUÁREZ
Ministra de Minas y Energía

Tomado de El Tiempo