El martes pasado el gobierno chino lanzó una iniciativa para establecer estándares globales sobre seguridad de datos. Con esta campaña, China busca contrarrestar los esfuerzos de Estados Unidos que buscan persuadir a varios países para que usen proveedores de tecnología diferentes a los chinos. En un seminario de gobernanza digital global, el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, advirtió sobre los crecientes riesgos para la seguridad de los datos a nivel mundial. El anuncio llega como un golpe mediático contra Trump, cuando faltan 60 días para las elecciones. Ningún analista político tiene las cuentas claras aún sobre la posibilidad de una reelección. Trump va a intensificar su campaña de desprestigio contra China, situación que afecta el ámbito comercial. Una de las grandes compañías de tecnología afectadas es Huawei. Recordemos que Trump impuso un “veto” en mayo de 2019, que aún se mantiene, para que compañías norteamericanas dejaran de comprar a empresas como Huawei y ZTE.
Hemos conocido en La República, que hay funcionarios norteamericanos que trabajan en Bogotá, llamando a compañías del sector telecomunicaciones a “sugerir” que las alianzas y contratos en el futuro se hagan con empresas diferentes a Huawei para el despliegue de redes 5G. Están replicando el lobby de la administración Trump desde Washington a todas las regiones. Esto va a tener efectos importantes en nuestro país, independiente de los resultados finales de las elecciones de noviembre. El boomerang ya fue lanzado. Algunas multinacionales ya se están aliando con otro tipo de proveedores para el despliegue de infraestructura y redes 5G. Si hay, o no, sobrecostos por este efecto en precios, lo sabremos los usuarios de telefonía móvil y datos en el mediano plazo.
El gobierno abrió una invitación para conocer interesados en 5G. Tigo, Movistar y Claro se manifestaron y ya están haciendo pruebas piloto en estas frecuencias. ETB y EMCali dicen estar interesados en una asignación de espectro “regional”. Llama la atención que el operador Partners, que no ha comenzado a vender en el mercado colombiano, no está interesado en 5G. El mensaje que deja Partners, después de haber declinado una banda que ganó en la subasta 4G de diciembre pasado, es que van a competir en el mercado por un corto plazo, para luego vender la operación en unos años a otra empresa. Esta estrategia de comprar algo barato (como acaban de hacer con la quebrada Avantel) para luego vender, la han realizado ya en Polonia, Bulgaria, República Checa, Finlandia e Islandia. Hace algunos años en Chile compraron la operación de Nextel. De allá viene el ejecutivo que dirigirá la operación en Colombia: Chris Bannister.
La guerra comercial por 5G comenzó oficialmente. La expectativa de millones de usuarios es tener velocidades superiores en la transmisión de datos, precios razonables, terminales eficientes y soluciones novedosas. Servicio al cliente, facturación y otros detalles ya veremos. Lo que se oyó en el último Andicom la semana pasada es que cada empresa tiene una visión distinta del mercado hacia futuro. El silencio de Partners y la negativa a invertir en 5G es al menos preocupante. Ya uno sabe con cual compañía no puede contratar el servicio a largo plazo. Uno menos para 5G.
Jorge Hernán Peláez
Tomado de La República