Tenemos reservas probadas suficiente para el corto plazo y hasta un poco más de nueve años, por lo que es necesario aunar esfuerzos para avanzar.
El gas natural es determinante en la calidad de vida de las personas. Hoy, este recurso llega a 9,2 millones de hogares -más de 30 millones de ciudadanos-, mueve más de 1.000 buses en los sistemas de transporte masivo, 230.000 automotores individuales, permite la generación eléctrica a través de 2.580 MW instalados y, además de todo, representa una oportunidad absoluta para el país de contribuir con la mejora de la calidad del aire al usarlo en transporte y con el compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Por estos días preocupa la incertidumbre sobre la disponibilidad de este recurso en el largo plazo, por lo que es importante conocer el contexto de los hechos y hablar de las próximas acciones:
1.Expectativa sobre Yacimientos No Convencionales – YNC: El informe de los expertos sobre YNC emitido en abril, expuso aspectos ambientales y sociales necesarios para su exploración. Recomendaron avanzar con proyectos piloto integrales de investigación, bajo el cumplimiento de condiciones previas, destacando el trabajo articulado con comunidades. Recientemente, el Consejo de Estado aclaró que podía avanzarse con estos pilotos.
2.Reducción de reservas de gas natural: En mayo, el informe de la ANH evidenció que las reservas probadas para 2018 disminuyeron 3% respecto al año anterior y la relación Reservas/Producción pasó de 11,7 a 9,8 años, llegando a 3.782 gigapies cúbicos -por primera vez- por debajo de 10 años. No obstante, existen recursos contingentes de 1,3 Tpc (tera pies cúbicos) y prospectivos de 13 Tpc, cuya limitación para convertirse en reservas probadas radica, entre otros, en temas ambientales, sociales y contractuales.
3.Incremento de precios: En la última subasta llevada a cabo por Ecopetrol en agosto, para adjudicar las cantidades disponibles para la venta de los campos Cusiana y Cupiagua, los precios de cierre se incrementaron respecto a los valores contratados con anterioridad para el mismo periodo (2019-2023), en promedio 40%, una señal clara de escasez. El impacto pudo ser mayor si no fuera porque no se presentó toda la demanda, lo que disminuyó el efecto en competitividad.
Para reducir los riesgos que lo anterior pueda implicar sobre la atención de la demanda nacional de gas natural, destacamos las acciones adelantadas por el Gobierno Nacional. Por ejemplo, la ANH amplió las rondas de exploración y ha presentado a potenciales inversionistas nuevas oportunidades en esta materia.
Como país, debemos apoyar la reactivación del sector de hidrocarburos y el análisis de las alternativas que tenemos para garantizar el abastecimiento; desde la Asociación nos hemos volcado a este propósito. Es importante la toma oportuna de decisiones sobre medidas que permitan atender los objetivos de seguridad de abastecimiento y confiabilidad del servicio de gas natural para la demanda del país.
El informe de YNC es un insumo importante que genera expectativas sobre el aumento de las reservas. En una siguiente etapa debería complementarse con escenarios de explotación y comercialización, análisis de riesgos, ruta crítica y factores de éxito para el avance. También, analizar costos e impactos, incluyendo aquellos sobre la seguridad energética y la competitividad.
Además, sugerimos no descartar el análisis de las técnicas de extracción de hidrocarburos de otros tipos de YNC, como los que se encuentran en rocas calizas o arenas concisas (o apretadas) o las relativas al gas metano asociado a yacimientos de carbón, temas que no se trataron en el informe porque involucra técnicas tradicionales, pero son una alternativa.
Otro frente implica revisar la situación de los recursos contingentes y prospectivos con el fin de tomar acciones viables que permitan reclasificarlos e incrementar la incorporación de más reservas probadas.
También hay que fortalecer la planeación indicativa y el análisis de escenarios que posibiliten la ejecución oportuna de los proyectos de producción, importación y transporte requeridos. Es clave actualizar el Plan de Abastecimiento de Gas con el nuevo panorama y escenarios que incluyan perspectivas de energía eléctrica y sensibilidades con las perspectivas de comercialización de YNC.
En cuanto a los proyectos, es preciso avanzar en el cronograma de desarrollo de aquellos que se requieren para el abastecimiento y confiabilidad del servicio como la Planta de Regasificación del Pacífico y gasoductos, teniendo en cuenta los trámites socio-ambientales e impactos que estos últimos han tenido en la entrada en operación oportuna de los proyectos de infraestructura energética.
Confiamos en que el estudio recientemente contratado por el Ministerio con la firma Poten proporcionará recomendaciones adicionales, por lo cual ratificamos nuestra mejor disposición para aportar al mismo.
En conclusión, sí tenemos reservas probadas con gas suficiente para el corto plazo y hasta un poco más de nueve años, por lo que es necesario aunar esfuerzos para avanzar en los pasos mencionados que nos permitan aumentar la disponibilidad de este recurso, y mitigar el riesgo de desabastecimiento a futuro.
Dada la sensibilidad que sobre los precios al usuario pueda tener cualquier comentario alarmista, sugerimos de manera respetuosa a los funcionarios que eviten pronosticar incrementos exagerados de los mismos cada vez que no logran tramitar alguna de sus propuestas.
No queremos que ocurra como el cuento de García Márquez, que “algo va a pasar” y resulta que pasa, por el poder de la palabra.
Camilo Sánchez
Presidente de Andesco