Camilo Sánchez, Presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
Después de un año y una semana, el Consejo Gremial, en pleno, se volvió a reunir con el Presidente de la República y sus ministros para reiniciar el trabajo mancomunado, esto es una buena noticia económica y social para Colombia.
Fue un diálogo serio y sincero, donde el primer mandatario y empresarios presentamos las preocupaciones más relevantes, enfatizando la necesidad de realizar con más frecuencia estos encuentros. Se habló de café, servicios públicos, turismo, petróleo, gas, el apagón, propuestas de los sectores financiero, agropecuario e industrial.
La inseguridad fue el centro de la discusión, por dejar de ser una percepción a convertirse en cruda realidad que perjudica la economía y tranquilidad social.
Clarificamos que compartimos el todos ponen y que el sector empresarial siempre ha hecho el case en pro del país. Reafirmamos nuestro compromiso de tender puentes, para facilitar el desarrollo de proyectos concertados para que se vuelvan realidad.
Si bien no tuvimos grandes logros, se acordó estratégicamente para avanzar y tener resultados concretos, que el Presidente designe un coordinador general para destrabar los proyectos prioritarios escogidos entre las partes, con seguimiento y verificación.
Se indicó que no es posible continuar con narrativas donde el sector empresarial y privado del país sea señalado como el enemigo de las reformas que impulsa el Gobierno, porque realmente somos sus mejores aliados al aportar estudios técnicos y acompañamiento para enriquecer los debates y proyectos.
Resulta contradictoria la salida en falso de la Ministra del Trabajo, quien sorpresivamente volvió a presentar el texto de la reforma sin concertación ni previa reunión tripartita, Gobierno, empresarios y trabajadores, dejando de lado estudios rigurosos realizados por entidades como el Banco de la República y gremios, que demuestran que existe un riesgo muy alto de generarse una masacre laboral y perderse más de 450.000 empleos directos, lo que estancaría la economía, desincentivando la reactivación económica.
Además, fue desafortunada su afirmación sobre el sector empresarial. Ni nos sentimos, ni queremos ser la última Coca-Cola del desierto, pero sí exigimos respeto y ser tenidos en cuenta porque representamos más del 80% del empleo formal del país y generamos el 83% de los ingresos de renta a nivel nacional. Su comportamiento va en contravía de la convocatoria al acuerdo nacional propuesto por el Presidente desde el 20 de julio.
Reconocemos que el Congreso de la República está cumpliendo su labor al convocar mesas de concertación para facilitar el diálogo, destrabar y enriquecer las reformas en curso, despojando la discusión del sesgo ideológico al sumarle argumentaciones técnicas.
Finalmente, le ratificamos al Presidente que hemos venido trabajando, con los ministros sectoriales y el superservicios, en la actualización de la Ley 142 para evitar retrocesos.
Quedan tres años, llegó el momento para pasar de los anuncios a construir los mejores acuerdos posibles partiendo de las diferencias. ¡Más vale tarde que nunca!