Tomado de La República
Aunque hay un mayor compromiso por parte de los más contaminantes, aún no sería suficiente y llevaría a un calentamiento de 2,4ºC
- Brayan Xavier Becerra
La Agencia Internacional de Energía dio a conocer recientemente que el mundo debe triplicar la inversión en energía limpia para frenar el cambio climático. Sin embargo, también dio luces de cómo están avanzando los países alrededor del mundo hacia la meta de cero emisiones.
La agencia aseguró en su informe que Estados Unidos, uno de los principales emisores del mundo, representa aproximadamente 45% de la brecha entre las promesas de reducción y las políticas públicas implementadas para lograrlo.
Para 2030, las emisiones de CO2 en Estados Unidos, según sus promesas de reducción, serán 30% más bajas, con emisiones per cápita cayendo a ocho toneladas de emisiones contaminantes. A pesar de esta disminución, las emisiones per cápita en EE.UU. seguirán siendo tres veces más altas que el promedio mundial en el objetivo de cero neto de emisiones en 2030.
Por su parte, la brecha de implementación en la Unión Europea es menos pronunciada, debido a las medidas ya tomadas para respaldar el objetivo de una reducción de emisiones del 55% para 2030 en relación con 1990, y un objetivo de cero neto para 2050.
LOS CONTRASTES
Edward Moya
Analista senior de mercados en Oanda
“El petróleo seguirá siendo el rey durante muchos años, ya que las economías emergentes se retrasarán en la adopción de energías limpias. Si no hay viento o sol, dependen de energías convencionales”.
Justine Holmes
Representante de Solutions For Our Climate de Climate Transparency
“Si el G20 alineara sus metas y políticas con trayectorias de un grado y medio e implementara esas políticas, esta brecha se podría reducir, limitando así las temperaturas a 1,7ºC para fines de siglo”.
La Agencia también se refirió a las economías de mercados emergentes, y manifestó que son responsables de una proporción mucho menor de la brecha de implementación porque han hecho menos promesas de reducción de emisiones, y son menos ambiciosas que las de las economías avanzadas.
Sostiene que en 2030 disminuirán 10% las emisiones de CO2 en Latinoamérica.
Además, señala que países como Colombia, Argentina, Brasil y Chile cuentan con ambiciosos compromisos climáticos que pueden llegar a ayudar a compensar el aumento sistemático de las emisiones en otros países de la región que carecen de un marco estricto de política climática.
De acuerdo con Edward Moya, analista senior de mercados en Oanda, aún falta bastante tiempo y recorrido para la adopción de energías limpias en el mundo.
“El petróleo seguirá siendo el rey durante muchos años, ya que las economías de mercados emergentes se retrasarán en la adopción de energías renovables no convencionales. Los europeos están aprendiendo rápidamente que, si no hay viento o si está nublado, deben depender de energías convencionales. La recuperación económica mundial exigirá más crudo a corto plazo y quienes apoyan las energías limpias deben aguardar con paciencia, por lo menos en el corto plazo”, aseguró Moya.
El analista de Oanda agregó que “Colombia espera recaudar el financiamiento a proyectos de energía limpia y eso realmente podría ayudar a crear nuevos empleos entre la población más joven. Colombia no puede depender del petróleo más allá de 2030, por lo que centrarse en la energía limpia es clave para la economía”.
Por su parte, otro informe recién revelado, el de Climate Transparency que revisa anualmente la acción climática de los países del G20 y su transición hacia una economía de emisiones netas cero, dio a conocer que la acción climática del G20 está lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Asegura que el efecto combinado de los compromisos climáticos de todos los países del G20 para 2030, conocidos como NDC, es insuficiente y conducirá a un calentamiento de 2,4ºC, según asegura el informe revelado el viernes. Esto subraya la necesidad urgente de compromisos más ambiciosos, mientras los jefes de gobierno se preparan para reunirse en Roma a finales de mes para la cumbre anual del bloque de potencias.
Agrega que para septiembre de 2021, los miembros del G20 habían presentado oficialmente 13 actualizaciones de NDC a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Argentina, Canadá, la UE (incluidos Francia, Alemania e Italia), Sudáfrica, el Reino Unido y EE. UU., presentaron objetivos para 2030 más ambiciosos.
Mientras que tres miembros, China, Japón y Corea del Sur, también han propuesto una mayor ambición, pero aún no han presentado oficialmente NDC mejoradas. Las mayores disminuciones se produjeron en las propuestas de cambio climático enviadas por EE. UU. y la UE, y en las anunciadas por China.
Según Justine Holmes, quien presentó el reporte de Climate Transparency, “hemos visto que 14 estados miembros del G20 proponen objetivos netos cero que cubren alrededor del 61% de las emisiones de gases de efecto invernadero y siete de ellos ahora las han consagrado en la ley. Sin embargo, el G20 aún no está alineado con una trayectoria de un grado y medio. Si el G20 alineara sus metas y políticas con trayectorias de un grado y medio, esta brecha se podría reducir significativamente, limitando las temperaturas a 1,7 grados para fines de siglo”.