Camilo Sánchez, Presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
Instaló el presidente la segunda legislatura del Congreso, con retraso de varias horas, actitud por mejorar si queremos construir escenarios de respeto. Si bien se modificaron viejos rituales, volvimos a caer en prácticas que creíamos superadas.
El extenso discurso presidencial abordó demasiados temas y sólo los analizó desde su punto de vista, hoy muy distante de la percepción nacional, generando de inmediato mayor polarización y alejando por ende la opción de prontos acuerdos.
Fue bien recibida la propuesta de desarmar los espíritus y promover los consensos, pero es necesario que estos anuncios vengan acompañados de acciones concretas para no seguir en la simple retórica. Loable que el mandatario se haya quedado a oír los discursos concretos de la oposición, los cuales deben, si fueron escuchados realmente por el presidente, verse reflejados en las nuevas propuestas de las reformas que presentará el Ejecutivo, con los cambios necesarios para que no se hundan en su trámite.
No hay nada más efímero en la política que la popularidad del gobernante. Los aplausos de ayer son flor de un solo día si no van acompañados de resultados tangibles, situación que hoy nuestro mandatario está padeciendo según lo indican las encuestas.
La elección de las mesas directivas dejó otro sinsabor al Gobierno al pretender ganar con cara y sello, utilizando presiones palaciegas y política del menudeo, prácticas que ofrecieron acabar en este mandato pero que hoy están más activas que nunca, desconociendo que los congresistas perciben rápidamente los decrecimientos e impopularidades para actualizar sus posturas.
La Cámara de Representantes igualmente hizo respetar los acuerdos partidistas, siendo el partido Liberal el gran beneficiado al imponer su presidente aún estando distanciado del Gobierno al no haber sido escuchadas sus propuestas por parte de algunos ministros que quisieron imponer su voluntad, sin debates y argumentos. De ahí que no avanzaran las reformas, laboral, de salud y pensional. Quedó demostrado que, sin los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical, La U y Centro Democrático no se alcanzará ninguna mayoría. Así que si queremos reformas y avanzar, habrá que lograr acuerdos programáticos y no sólo burocráticos.
En servicios públicos preocupa el potencial apagón que no queremos que suceda, por lo cual hemos invitado al Gobierno a anticiparnos. Igualmente, estamos ayudando a construir la actualización de la Ley 142 a partir de propuestas de mejora para los usuarios y el sector. De la misma manera, estamos trabajando en acelerar la transición energética de forma realista y posible, para que la podamos vivir y no simplemente soñarla por falta de incentivos, políticas y acuerdos.
No hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos.
Estamos por repetir la Patria Boba, perdiendo nuevamente la oportunidad histórica de avanzar por fin unidos. ¡O lo entendemos las partes o nos resignamos al fracaso!