Tomado de Portafolio
No podemos estar en contravía de lo que está pasando en la región para no perder competitividad y continuar masificando la cobertura.
El Fondo Único de Tecnologías de la Información y Las Comunicaciones ( Funtic) se convirtió en un fondo de inversión contra resultados. Esto significa que las inversiones que se hagan deben enfocarse en generar rendimientos, aplicando “criterios de factibilidad financiera, social, técnica, económica, jurídica, institucional y de sostenibilidad, para justificar las inversiones en planes, programas y proyectos de su competencia”.
Los recursos que nutren el Funtic provienen de la contribución que hacen los operadores. El cálculo de esta contribución se debe hacer, vigencia a vigencia, como resultado de las verdaderas necesidades en términos de comunicaciones sociales, por lo cual el porcentaje no puede ser fijo. Diferentes estudios realizados por el DNP y firmas consultoras advierten que para lograr los objetivos trazados por el Plan de Inversión del Fondo se requieren porcentajes cada vez menores dada la especialización y eficiencia en la inversión.
La Ley 1978 de 2019 establece que este Plan depende de una autoevaluación para lograr mayores impactos positivos con un uso eficiente de los recursos, enfatizando en la masificación de los servicios, según recomendaciones de la Ocde. De no tener en cuenta esta premisa, la contribución sería un impuesto más en deterioro de la competitividad sectorial.
Esta es la oportunidad que tiene el Gobierno para fijar una tasa de contraprestación periódica por debajo de la tarifa del 1,9% actual, en consonancia con las tendencias internacionales, que enviaría un mensaje claro de apoyo a las inversiones que debe hacer el sector TIC, en pro del crecimiento económico con un claro beneficio social.
Recordemos que el análisis de la disminución de la tasa no es nuevo y en años anteriores, distintos estudios aplicados, incluido el del DNP, llegaron al consenso que era necesaria la disminución de la tasa de contraprestación periódica.
En ese sentido, si se baja la tasa de contraprestación al 1,6%, perfectamente se podrán realizar las inversiones del Funtic, en los diferentes programas y proyectos, bajo los criterios enunciados y, año tras año se deberá volver a revisar contra uso y resultados. Por otra parte, no habrá afectación alguna ya que los ingresos para cubrir estos programas y proyectos se mantendrán, con posibilidad de modificarse solo para reenfocar su ejecución. Por eso, es necesaria la rendición de cuentas anual del uso de este fondo para ver que sí se cumplió su cometido, y tendremos que estar atentos para no permitir incluir temas que no sean propios de su función.
No podemos estar en contravía de lo que está pasando en la región para no perder competitividad y continuar masificando la cobertura con calidad y velocidad. Un adecuado valor de contraprestación nos ayudará a lograrlo y, de esta manera, evitaremos seguir quedando rezagados, además, contribuiremos a cerrar brechas, manteniendo la senda de la reactivación esperada. ¡Ni un paso atrás, es ahora o nunca!