En Suba cobrarán la recolección de basura en la factura de luz. Se viene un pleito legal y un posible aumento de tarifa. El beneficiado: el operador.
Los operadores de aseo cobran casi $2.000 a cada usuario por la facturación del servicio. / Óscar Pérez – El Espectador
A los vecinos de Suba el cobro de la recolección de basuras (asociado a la factura del agua) les llegará desde el 29 de mayo con el recibo de la luz. Si bien el cambio es legal, pues los operadores de aseo pueden elegir cualquier empresa de servicios domiciliarios, la transición no será fácil, pues estará rodeada de un pleito jurídico y, posiblemente, de un aumento en la tarifa.
La razón: la firma Área Limpia, que les presta el servicio a 414.000 hogares de la localidad, hará el cambio pese a tener un contrato vigente con la Empresa de Acueducto de Bogotá (EAB) hasta 2021. Si bien pidió terminarlo de mutuo acuerdo, su solicitud fue rechazada y hoy tiene dos convenios firmados para el mismo servicio. No obstante, para el operador podría ser un gran negocio incumplir.
La historia detrás del pleito comienza con el cambio del esquema de aseo. Los seis operadores que ganaron los contratos de recolección (hasta 2026) debían gestionar con una empresa de servicios públicos un convenio para que incluyeran en su factura la tarifa de aseo. Como el plazo fue escaso, todos negociaron con la EAB, pues tenía probada la experiencia y logística.
La negociación duró cinco semanas y, pese a que las partes no llegaron a un acuerdo sobre la tarifa, el 21 de marzo de 2018 firmaron el convenio con un valor tentativo. Fue así como se fijó que los operadores, de los casi $1.800 que le cobrarían a cada usuario por facturación, le pagarían a la EAB $703 por cada recibo expedido y el recaudo. Con todos los operadores se firmó el convenio hasta 2021.
Solicitud de terminación
A pesar de que el primer año el convenio se ejecutó sin contratiempos, el pasado 11 de abril el operador Área Limpia le envió una carta al Acueducto solicitando la terminación del contrato por mutuo acuerdo. Según Guillermo Cerezo, representante de la compañía, era más eficiente y mejor facturar con el servicio de energía.
El Acueducto rechazó la solicitud. Su gerente le recordó a Cerezo que el convenio era hasta 2021 y que la EAB había hecho inversiones para cumplirlo, sobre la expectativa de unos ingresos en el plazo pactado. “Desde el punto de vista administrativo, logístico, tecnológico y financiero, no se considera viable la terminación del convenio, máxime si a la fecha no existe incumplimiento de la EAB. Así las cosas, se conmina a su representada a cumplir los compromisos adquiridos”, concluyó la gerente.
La respuesta, en otro escenario, pondría en una encrucijada al operador de aseo, pues se verá enfrentado a un pleito legal. No obstante, tal parece que la empresa está dispuesta a asumir las consecuencias. Al menos, así se evidencia al conocer que seguirán adelante el convenio con la empresa de energía y que hacen ajustes para la transición.
Lo que hay detrás
Dinero, esa es la explicación. Por eso se prevé que Área Limpia no será el único caso este año. Otros operadores adelantan gestiones similares. Según ellos, los motivos no son menores: cobrar mediante el recibo de energía, además de permitir más flujo de caja al hacer el recaudo cada mes (hoy es cada dos), la ley los faculta a cobrarles un poco más a uno de sus usuarios.
Dicha norma es la resolución 720 de 2015 de la CRA, que regula las tarifas para el servicio de aseo. Entre otras cosas, determina los máximos que pueden cobrar los operadores a sus usuarios por facturación, valor que aumenta según el IPC y varía dependiendo de la empresa de servicios públicos con la cual se haga el cobro.
Actualizadas las tarifas a 2018, la norma dice que si los operadores de aseo facturan con la empresa de Acueducto, pueden cobrar hasta $1.928. Sin embargo, con la empresa de energía pueden cobrar hasta $2.884; es decir, $956 más. Aunque parecería mínimo, para el operador en Suba será un gran negocio.
Las cuentas lo indican. En caso de cobrarles a sus 414.000 usuarios con la empresa de energía la tarifa autorizada, esos $956 representarían una expectativa de recaudo adicional cercana a los $400 millones mensuales. Esta cifra, multiplicada por los 72 meses que restan para ejecutar el contrato del servicio de aseo, no solo fortalecería sus finanzas, sino que alcanzaría a pagarle al Acueducto por el incumplimiento que, en el peor de los escenarios, no superaría los $2.000 millones.
Estas cuentas fueron las que seguramente llevaron a los directivos de Área Limpia a gestionar con la empresa de energía un nuevo convenio y a casar un pleito con el Acueducto. Herbert Ramírez Sánchez, gerente comercial de Área Limpia, explicó que llevan meses gestionando este cambio. “Notificamos al Acueducto nuestro interés por terminar el convenio. Si rechazan la petición, nuestro equipo jurídico asumirá el asunto”, dijo.
Frente a la posibilidad de aplicar el cobro máximo que le permite la ley por facturar con la Empresa de Energía, Ramírez Sánchez señaló que por ahora no se ha tomado esa decisión. “Legalmente incrementan los valores que podemos cobrar. Sin embargo, eso lo determinará la junta directiva. No estamos haciendo nada ilegal y ya muchos municipios están cobrando la tarifa de aseo a través del recibo de energía”, puntualizó.
A pesar del pleito legal que se avecina, para ENEL-Codensa es algo que no es de su competencia. “Únicamente seremos responsables de imprimir la factura y hacer el recaudo. Los operadores están en libertad de seleccionar la empresa que realice su recaudo. Hasta el momento lo hizo Área Limpia, pero se está evaluando la posibilidad de que otros operadores nos seleccionen”, expresaron los voceros de la empresa.
Aunque el Acueducto sabe que para el operador parece favorable, no se quedarán de brazos cruzados. “Seguramente no lo vamos a obligar a quedarse, pero le pediremos que se cumpla el contrato. Lo que ocurrirá es que los usuarios terminarán pagando más, desconociendo las premisas de la regulación de aseo de costo eficiente para el usuario”, señalaron en la EAB.
Aunque el pleito ya está en marcha y el aumento de la tarifa, en estudio, en lo único que coinciden los involucrados en este corto circuito es que harán lo posible para no afectar a los usuarios, al menos, evitándole doble facturación.