Con las plantas del Caribe se cubrirá la energía de las 17 obras programadas para 2022.
Con 12 plantas termoeléctricas, localizadas en la región Caribe, la Nación buscaría cubrir la energía que no logren entregar los proyectos de generación, inicialmente programados por el Gobierno para su entrada en operación en el 2021 y 2022.
Así, con la meta de fortalecer la matriz este parque térmico garantizaría el respaldo de la electricidad en firme que demanda el territorio nacional, ante el retrasos que presentan las 17 obras con asignación en las subastas de energía del cargo por confiabilidad y contratos de largo plazo del 2019 y con obligación en operación desde el 2023.
Las plantas termoeléctricas de la costa Caribe, registradas en el banco de proyectos de generación de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), y a las que la Nación hace su apuesta son: Guajira I , Guajira II, Termoeléctrica de Barranquilla (Tebsa),Termoflores, Termocandelaria, Termocartagena, Gecelca 3, Gecelca 3.2, Termonorte, Proeléctrica, Termotesorito y Termocaribe.
Estas dos últimas, que funcionarán con gas natural, están en pleno montaje, y la más avanzada es Termotesorito, que entraría en operación a finales del 2021, por su parte Termocaribe es la más atrasada y entraría en el mejor de los escenarios en el segundo semestre del 2022.
“La política pública de portafolio y de diversidad de la matriz sigue teniendo en cuenta las plantas térmicas como un pilar fundamental para asegurar la prestación del servicio de energía eléctrica a todos los colombianos, ya que este tipo de plantas aportan complementariedad, resiliencia y confiabilidad, principalmente durante épocas de baja disponibilidad del recurso hídrico y funcionan como respaldo ante la variabilidad de las fuentes renovables no convencionales”, explicó el viceministro de Energía, Miguel Lotero.
AMPLIACIÓN Y MODERNIZACIÓN
Del total de plantas térmicas que operan en la costa Caribe, cuatro lo hacen con base en carbón (Guajira I, Guajira II, Gecelca 3 y Gecelca 3.2) y ocho con gas natural (Termoeléctrica de Barranquilla (Tebsa),Termoflores, Termocandelaria, Termocartagena, Termonorte, Proeléctrica, Termotesorito y Termocaribe).
Cabe recordar que el proceso de modernización del parque térmico de la costa Caribe, y de general en el país, es gracias al recaudo por el cobro que se le hace a los colombianos en la tarifa del servicio de energía eléctrica.
A lo anterior se suma, que la mayoría de estás plantas termoeléctricas también acuden al financiamiento para desarrollar sus planes de ampliación.
“No se descarta la inversión en la ampliación de la capacidad térmica a gas natural, pero esta dependerá de la evolución de la regulación y las señales institucionales de estabilidad, para lo cual estaremos atentos a participar con nuestros proyectos, en la medida que se visualice el cierre financiero adecuado, estabilidad en las reglas y que contribuya a la sostenibilidad económica de la empresa en el desarrollo de la actividad de generación”, explicó Luis Miguel Fernández, presidente de Tebsa.
RESPALDO AL SISTEMA
Así mismo, la Upme tiene en remojo dos futuros proyectos termoeléctricos que tienen ya su licencia ambiental y están en el cierre financiero para iniciar su montaje. Las iniciativas térmicas son La Luna, en el Cesar, y Bijao, en Córdoba, cuyas obras se caracterizan por poseer un complejo carbonífero propio que suministra el mineral, a boca de mina, a la planta de generación.
“La matriz de generación requiere la entrada de proyectos térmicos, como los que están ubicados en la costa Caribe, con el fin de dar seguridad y confiabilidad en el abastecimiento de energía a futuro, toda vez que es la electricidad cuya disponibilidad siempre está garantizada”, explicó Alejandro Castañeda, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).
El líder gremial subrayó que “no hay sistema en el mundo que sea 100% renovable, y siempre debe apoyarse en las infraestructuras de generación termoeléctrica”.
Por su parte, Mariana Villegas, experta en temas de energía de Baker McKenzie, recalcó sobre la importancia que aún conservan las plantas térmicas como parte del respaldo del sistema eléctrico colombiano tiene que ver con la diversificación. “Es importante recordar, sin embargo, que en las condiciones regulatorias y de mercado actuales estas centrales ya no son las únicas que brindan respaldo adecuado, ni las que lo hacen de manera más eficiente”, indicó.
Alfonso López Suárez
Redacción Portafolio
Tomado de Portafolio