Las inversiones en la transición hacia una economía baja en carbono aumentaron 9% respecto a 2019 y se produjeron a pesar de las interrupciones generadas por la pandemia de COVID-19.
En 2020, el mundo gastó un récord de US$501.300 millones en energía renovable, vehículos eléctricos y otras tecnologías para reducir la dependencia del sistema energético mundial de los combustibles fósiles.
Las inversiones en la transición hacia una economía baja en carbono aumentaron 9% respecto a 2019 y se produjeron a pesar de las interrupciones generadas por la pandemia de COVID-19, según un informe de BloombergNEF.
El crecimiento no fue uniforme en todo el mundo. La inversión en capacidad de energía renovable, que representó la mayor parte del gasto contabilizado por BNEF, se disparó 52% en Europa en comparación con el año pasado, pero cayó 20% en EE.UU. y 12% en China.
Esta inversión récord se produce a medida que aumenta la presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar los efectos más graves del cambio climático. Pero incluso el aumento masivo del gasto en parques eólicos y solares, almacenamiento de energía y vehículos eléctricos no será suficiente para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados.
“Es muy alentador que la inversión se esté realizando a un alto nivel, pero está muy por debajo de lo que se necesitaría para limitar el calentamiento global a 2°C”, dijo Angus McCrone, editor en jefe de BNEF, en una entrevista.
“La pandemia de coronavirus ha frenado el progreso en algunos proyectos, pero la inversión general en energía eólica y solar ha sido sólida y las ventas de vehículos eléctricos aumentaron más de lo esperado”, indicó Jon Moore, director ejecutivo de BNEF. “Claramente, las políticas son cada vez más ambiciosas a medida que más países y empresas se comprometen con objetivos de cero neto”.
Uno de los mayores impulsores del nuevo gasto en transición energética este año fue el transporte limpio. Europa lideró, con un gasto de US$64.700 millones en transporte eléctrico, superando a Asia por primera vez. China le siguió de cerca con una inversión de US$45.300 millones, la menor cantidad que ha invertido en el sector desde 2016, según BNEF.
Además, a medida que las acciones del fabricante de vehículos eléctricos Tesla subían para convertir a Elon Musk en el hombre más rico del mundo, la competencia también aumentaba. Las compañías de vehículos eléctricos recaudaron alrededor de US$24.500 millones de los mercados de valores el año pasado, frente a solo US$1.600 millones en 2019.
Según el informe, la inversión mundial en captura y almacenamiento de carbono se triplicó a casi US$3.000 millones en 2020. Esta tecnología podría desempeñar un papel clave en la reducción de emisiones de industrias muy contaminantes. Gran parte del crecimiento de 2020 se debió a que el Gobierno noruego dio luz verde a un nuevo proyecto que almacenará emisiones de carbono en el mar del Norte.
Tomado de El Espectador