Desabastecimiento de gas natural, ¿un riesgo latente?

Tomado de Portafolio

Es necesario proporcionar incentivos y la normatividad para agilizar las obras.

En días pasados confluyeron cuatro eventos que amenazaron la confiabilidad del servicio de gas natural: el mantenimiento de la planta de Cupiagua de Ecopetrol; una rotura del gasoducto Gibraltar-Bucaramanga; la caída brusca de presión del gasoducto Cusiana-El Porvenir-La Belleza y una falla en una válvula en Cusiana. Todo esto puso en riesgo el 57% de la oferta de gas del país.

El cambio climático acentuará eventos extremos que pueden afectar las redes; por esto, debemos prepararnos con alternativas para solventar estas situaciones.

Frente a los hechos presentados, el Gobierno actuó iniciando un racionamiento programado que solo duró un día gracias a la agilidad con la que TGI atendió el tercer evento; y Ecopetrol logró muy pronto la solución integral.

De otro lado, según la ANH, las reservas probadas de gas en 2020 disminuyeron por tercer año consecutivo, pasando de 8,1 a 7,7 años de vida útil, surgiendo inquietudes sobre la continuidad del servicio.

Lo cierto es que actualmente el servicio está garantizado en su totalidad, pero se debe afianzar en el mediano plazo. Según el costo promedio de interrupción del servicio calculado por la Upme en 2015, el impacto sería equivalente al incremento del 75% en el valor diario promedio que pagan los usuarios residenciales, y para no residenciales, de más de $200 mil diarios, afectando su productividad y competitividad.

En este contexto, interconectar el sistema de transporte de la Costa con el del interior no da espera; el gasoducto Jobo-Antioquia y las bidireccionalidades incluidas en el Plan de Abastecimiento de Gas Natural (PAG) toman mayor relevancia.

En cuanto a producción, el país cuenta con un gran potencial para incorporar mayores cantidades al sistema, tanto con explotación convencional como de Yacimientos No Convencionales, continental y costa afuera. Estos nuevos recursos no estarán disponibles en el mediano plazo, lo que implica avanzar en estrategias como la importación de GNL desde el Pacífico para mayor confiabilidad, mantener actualizado el PAG considerando escenarios como la ampliación de la regasificadora del Caribe, y materializar nuevas reservas probadas. Es clave trabajar mancomunadamente para asegurar el abastecimiento futuro, basados en estudios técnicos y no en juicios de valor.

Estamos seguros que los esfuerzos del Gobierno y del sector privado en el desarrollo de proyectos de producción, importación y transporte de gas, permitirán seguir garantizando el servicio, pero es necesario proporcionar incentivos y la normatividad para agilizar las obras.

El gas natural es fundamental para la transición energética y una oportunidad para el cierre de brechas, las metas de cambio climático y la mejora de la calidad del aire.

No caigamos en el facilismo de desechar el gas como lo están intentando con otros energéticos que han brindado confiabilidad al país.

Cabe la frase de Henry Ford: “Reunirse en equipo es el principio, mantenerse en equipo es el progreso, trabajar en equipo asegura el éxito”.

CAMILO SÁNCHEZ
Presidente de Andesco