Camilo Sánchez, presidente de Andesco
Tomada de Portafolio
El primer y principal anuncio que debería estar ya en ejecución es el Acuerdo Nacional, con consensos efectivos sin presiones ni amenazas y mucho menos irrespeto a las mujeres periodistas. Sin embargo, el discurso del Gobierno es mucho más rápido que la realidad, generando incertidumbre y desilusión.
Contradictorio hablar de reactivación económica cuando proponen otra reforma tributaria y una laboral, que propiciarán una recesión autoinfligida y generarán mayor desempleo e informalidad. Lo que necesitamos es seguridad para volver a confiar y esta sí que está embolatada en estos momentos.
En el sector eléctrico se anunció con bombos y platillos hace ya cuatro meses que el Gobierno se haría cargo de la deuda de la Opción Tarifaria para disminuir las facturas de los hogares, especialmente en el Caribe, pero aún no se ha radicado el proyecto legislativo que garantiza los recursos para lograr el objetivo.
También se anunciaron modificaciones vía ley a la fórmula tarifaria, lo que es responsabilidad del cuerpo colegiado y técnico de la CREG, razón por la cual hemos insistido en el nombramiento en propiedad de todos los 6 comisionados. Aunque ya se emitió un proyecto normativo, la inoperancia previa ha llevado a autoridades judiciales a tomar decisiones sobre el tema, situación a la que no debimos llegar nunca.
No contar con una CREG a plena capacidad ha dificultado afrontar retos como el tarifario, fenómeno de El Niño y el muy posible y próximo desabastecimiento de gas, asuntos capitales para la reactivación y el bienestar, situaciones que siempre debemos prever y anticipar para evitar daños coyunturales de precios y disponibilidad.
Igualmente, se hacen anuncios de proyectos eólicos y solares, sobre todo en La Guajira, como si fueran ya una realidad pero que hoy siguen en el papel porque apenas se están destrabando las consultas previas y los licenciamientos ambientales, sabiendo que para que entren en operación faltan más de 2 años.
Ni qué decir sobre el tema de aprovechamiento de residuos sólidos en el marco del programa Basura Cero, cuyo enfoque no puede ser lo que se hizo en el pasado en Bogotá, por lo que estamos trabajando para que responda a las necesidades y particularidades del país.
Por su parte, la Superservicios deberá adelantar la revisión de las cifras y la debida aplicación de la tarifa de aprovechamiento que las empresas de aseo han transferido a las organizaciones de recuperadores, porque no vemos cambios sustanciales en las condiciones de vida ni de trabajo de este segmento de la población.
Podría seguir enumerando muchos más anuncios incumplibles, como el tren eléctrico del Pacífico al Atlántico, que sólo existe en el imaginario, pero prefiero dejar ahí, porque como hemos visto en estos 2 años: del dicho al hecho hay mucho trecho.