Camilo Sánchez, Presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
En esta columna reflexionaremos respecto a lo bueno, lo malo y lo feo del proyecto de decreto sobre lineamientos del servicio de energía eléctrica para promover su eficiencia y competitividad. Necesitamos y queremos que al Gobierno le vaya bien.
La finalidad de las empresas prestadoras de servicios públicos es ofrecer más y mejores servicios a precios eficientes. Es inconveniente que el valor de las facturas crezca por encima de la inflación porque afecta el bolsillo de los usuarios y arriesga la suficiencia financiera de las empresas. Para esto, los prestadores se sumaron al Pacto Tarifario convocado por el Gobierno y tomaron medidas que representaron más de $3 billones, cambiando con estas la tendencia alcista, pasando a un incremento tarifario promedio del 4% en los últimos seis meses, inferior al 7% del IPC para el mismo periodo: un gran logro para todos.
Lo bueno: acelerar la reglamentación del prestador de última instancia cuando el actual tenga dificultades especialmente en barrios subnormales, igualmente la remuneración de excedentes de energía a autogeneradores en áreas especiales, así como la revisión del cobro de energía reactiva a estos agentes, la agregación de demanda, los mecanismos para reducir pérdidas en áreas especiales y la reducción de costos de coberturas del mercado.
Lo malo: proponer cambios estructurales para una coyuntura, poniendo en riesgo el abastecimiento de energía, sobre todo en situaciones climáticas como ‘El Niño’, afectando los objetivos de la Transición Energética. En este caso, incluir reformas sobre compras de energía y valoración de los recursos de generación, con implicaciones en la competencia y costos a largo plazo, desincentivará la participación de la oferta para cubrir la demanda y limitará la gestión de los recursos de generación, ocasionando ineficiencia y mayores costos.
Lo feo: desdibujar la línea entre política y regulación, incluyendo criterios y reglas específicas de mercado, sin contar con los soportes de estudios e impactos técnicos y económicos para no afectar la confiabilidad. Invitamos a atender en el decreto la situación coyuntural y posteriormente con estudios definir los ajustes requeridos.
Para mejorar la cobertura de energía es necesario acelerar la ejecución de las consultas previas y así garantizar la entrada de los proyectos eólicos, solares, y de transmisión de La Guajira, que aportarán 12% de la nueva oferta, pero hoy están muy atrasados. La probabilidad de ocurrencia de ‘El Niño’ es muy alta, y la demanda seguirá creciendo, siendo necesario anticiparnos para evitar un indeseable apagón.
Aunque no es tema del decreto, pero incide en su desarrollo, está el nombramiento de cuatro expertos en la Creg, con excelentes hojas de vida, pero en calidad de encargados, y actualmente funcionarios del Ministerio, lo que puede coartar su independencia para realizar su labor técnica.
No por mucho madrugar amanece más temprano. El empresariado es clave para seguir cerrando brechas. ¡Unidos todos, sí podemos!