Tomado de Portafolio
Estamos comprometidos con la transición energética, pero debemos ser cuidadosos con las modificaciones que se le hagan a su hoja de ruta.
El mundo entero vive una coyuntura inflacionaria que ha incrementado el costo de los bienes y servicios, incluidos la electricidad y el gas. Colombia no es la excepción, pero hemos logrado avances importantes en lo que parecía imposible al romper la tendencia del crecimiento del valor de los servicios en mención y llegando hasta lograr bajar tarifas.
La reducción estará entre el 4 % y el 8 % dependiendo de la región, parece poco, pero es un gran avance comparado con el resto del mundo y esperamos que prontamente siga aumentando este porcentaje de disminución, estableciendo técnicamente los mejores indexadores.
Todo lo anterior dentro del marco de la institucionalidad sectorial, encabezada por la Ministra de Minas y Energía y los demás miembros de la CREG, con medidas a las que las empresas afiliadas a Andesco se acogieron o presentaron soluciones alternativas para beneficiar a los usuarios, aclarando que no actuaron por las amenazas innecesarias sino por convicción, para aportar a la solución en que ya venían trabajando, ratificando que el bienestar de los ciudadanos es nuestro principal fin.
En la región Caribe se requerirá de un compás de espera adicional por parte de la ciudadanía, porque de tomarse decisiones unilaterales por parte del Ministerio tendremos un retroceso muy peligroso, devolviéndonos a los escenarios de Electricaribe, lo que podría terminar en un apagón. ¿De qué vale hacer una disminución exagerada hoy, que conlleve a incumplir los compromisos pactados, para que mañana no tengamos quien preste un buen servicio ni haga las inversiones requeridas?
Es necesario continuar con nuestra propuesta del ‘todos ponen’ donde además de los empresarios, el gobierno revise cómo incorporará recursos frescos para ayudar a cubrir el componente de pérdidas, asunto clave. Ratificamos que no estamos de acuerdo con la sobretasa a las hidroeléctricas que se está proponiendo en la reforma tributaria; pero en caso de aprobarse, los recursos generados deberán reinvertirse sectorialmente.
Invitamos a los gobiernos locales a hacer su aporte, revisando otros conceptos que se están cargando en las facturas, por ejemplo, los impuestos de seguridad. No podemos olvidar la oferta de generación futura, agilizando la entrada de los proyectos en desarrollo para garantizar la atención de la demanda creciente de energía. Necesitamos que sean una realidad las inversiones de fuentes renovables no convencionales, especialmente en La Guajira, que representarán el 12% de la matriz, pero aún faltan acciones e incentivos para acelerarlos porque hoy siguen solo en el papel. Si el Gobierno no hace un esfuerzo para concretar las consultas previas, estos no entrarán tiempo.
Estamos comprometidos con la transición energética, pero debemos ser cuidadosos con las modificaciones que se le hagan a su hoja de ruta, analizando sus costos de implementación y la pertinencia de acelerarla. Seguiremos apoyando la construcción de una política pública sostenible.
¡En la casa del luego se llega al camino del nunca!
Camilo Sánchez Ortega
Presidente de Andesco