Este año será definitivo para la adopción en forma de fuentes convencionales y no convencionales en la matriz energética colombiana. Se prevé la entrada de más de 800 MW en capacidad instalada en estos 12 meses.
Pese a que la percepción mundial es que se frena la inversión para las energías verdes en Latinoamérica, Colombia parece sacar pecho y muestra una perspectiva positiva en proyectos para 2021.
Vale la pena aclarar que esto se da al tiempo que avanza el debate acerca de la viabilidad de emprender exploración de hidrocarburos a través de la técnica conocida como fracking, que bien podría ampliar las reservas nacionales, pero que ha sido duramente cuestionada en muchos lugares por sus pasivos ambientales.
El Ministerio de Minas y Energía ha priorizado proyectos eléctricos para los próximos dos años que comprometen inversiones por más de $8 billones. Esos recursos ayudarán a la recuperación de la economía y al fortalecimiento de la matriz energética colombiana.
Un informe del Gobierno destaca que en 27 meses se ha multiplicado por siete la capacidad instalada de energías limpias, lo que permitió cerrar 2020 con cerca de 225 MW (megavatios) de energía solar. Precisa el documento que esos megavatios los aportan nueve granjas solares instaladas en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, Meta, Risaralda, Tolima y Valle, que han demandado inversiones por $786.000 millones.
A pesar de los retrasos en el desarrollo de algunos proyectos durante 2020, varios llegaron a la meta, como el otorgamiento de servidumbres para el proyecto El Ahumado (Enerfin-Elecnor) y las inauguraciones de plantas solares, como Bayunca I (Promoenercol), Pétalo de Córdoba I (Greenyellow) o Celsia Solar Espinal.
La energía solar está comenzando a superar al carbón como la forma más barata de generación eléctrica, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
El crecimiento de las energías verdes en el país previsto para los siguientes dos años será exponencial, incluyendo la nueva subasta de renovables para el sector industrial y comercial que permitirá superar los 2.500 MW de capacidad instalada de estas fuentes. “Colombia tiene una capacidad importante en la recepción de radiación solar, por luz hora, que le permitiría en la próxima década ser un líder energético”, reseña Luis Ernesto Silva, vicepresidente de Nexans (multinacional fabricante de cables) para Latinoamérica.
“En 2021 expediremos la hoja de ruta y nuevas normativas para incluir en nuestra canasta energética fuentes alternativas como el hidrógeno verde, que será un eje fundamental en movilidad y almacenamiento de energía, lo que, sumado al desarrollo de nuevos proyectos de geotermia, nos permitirá seguir complementando la matriz energética con fuentes limpias y renovables”, anotó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.
Según el Ministerio de Minas y Energía, en respuesta a los distintos incentivos y las subastas realizadas y proyectadas, las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) se vienen consolidando como las principales tecnologías en los nuevos proyectos que se desarrollan, donde se espera para 2022 contar con alrededor de 2.800 MW y para 2025 con 5.000 MW, lo que representará entre el 12 y 20 % de la capacidad instalada, con el potencial en cuatro años de generar la energía equivalente para más de seis millones de hogares.
“La integración de los nuevos proyectos de FNCER en 2021 plantean para XM retos fundamentales como operador del sistema y administrador del mercado eléctrico colombiano”, destacó María Nohemí Arboleda Arango, gerente de XM.
En 2021, el Minminas tiene proyectada la entrada de más de 800 MW adicionales en capacidad instalada. Hacia enero del próximo año se espera inaugurar, en los departamentos de Valle, Meta y Risaralda, tres nuevas granjas solares.
Arboleda comentó que según los conceptos de conexión emitidos por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), se espera que el próximo año entren en operación 3.333 MW, de los cuales el 81 % corresponde a plantas solares, 6 % a parques eólicos y el 13 % restante a fuentes de generación tradicional. “De esta manera la capacidad efectiva neta del sistema se incrementa en casi un 20 % (20.805 MW), diversificando y flexibilizando la matriz energética colombiana”, explicó.
La misión de transformación energética realizó varias recomendaciones en términos regulatorios y de política pública que serán implementados en 2021 para modernizar y digitalizar el sector eléctrico. Estos cambios les darán una mayor participación a los usuarios, que, con mecanismos como la medición inteligente y más incentivos para auto y cogeneración, pasarán a ser actores más activos y mejores informados con respecto a la toma de decisiones sobre su consumo de energía.
“El sector energético en 2021 enfrentará varias situaciones en las que la inclusión de la demanda en el mercado será vital, ya que tendremos una hoja de ruta planteada por el Gobierno como meta de política de la transformación energética, que requerirá grandes esfuerzos y representará mayores costos”, resaltó Sandra Fonseca, directora de Asoenergía.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgén), Natalia Gutiérrez Jaramillo, consideró que 2021 traerá importantes desafíos en diferentes aspectos para el sector energético en Colombia. “En primer lugar, es indispensable que tanto los proyectos que resultaron asignados con obligaciones del cargo por confiabilidad y de la subasta de largo plazo del Gobierno junto con Hidroituango puedan entrar en operación en las fechas esperadas. Estos proyectos son claves para garantizar la confiabilidad del sistema y el abastecimiento de energía en todas las regiones de Colombia”, señaló.
Otro de los gremios del sector, la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis) considera que para 2021 se vienen varios retos: definir la hoja de ruta de la transformación energética, lo mismo que el esquema de implementación de la infraestructura de medición avanzada, como instrumento habilitador de la transformación energética.
Se debe “continuar con la incorporación de recursos distribuidos, acelerar la movilidad eléctrica eliminando la contribución o impuesto al consumo de energía con destino al transporte eléctrico y apurar la digitalización del sector”, propone Camilo Manzur, presidente de Asocodis.
El mundo reconoce todos los esfuerzos que le están permitiendo al país moverse en la ruta de la transformación energética. “Colombia escaló 14 posiciones en el ranquin de sostenibilidad energética del Consejo Mundial de Energía, WEC”, recordó el ministro Mesa.
La Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), en cabeza de Alejandro Castañeda, estima que para 2021 se espera que los proyectos asignados en la subasta de cargo por confiabilidad y de contratos de largo plazo avancen y “que se destraben algunos elementos como las conexiones, y entren en 2022”. Que se continúe con la política de misión de transformación y conocer la hoja de ruta para conocer los ajustes que se requieren en el sector para lograr la consolidación de la transformación energética.
Para robustecer la matriz energética, el Gobierno Nacional promueve la complementariedad de recursos de generación, donde no solo haya lugar para los grandes proyectos, sino para el despliegue masivo de propuestas de generación, distribución y autogeneración. A partir de la política de recursos energéticos distribuidos se continuará fomentando la participación del usuario no solo en la demanda de energía, sino también en la oferta, resaltó el ministro de Minas.
Tomado de El Espectador