Mónica Contreras, presidenta de TGI, afirmó que las cartas también están en reforzar el suministro en todo el suroccidente del país.
los cerca de 40 días de haber asumido el cargo como presidenta de la Transportadora de Gas Internacional (TGI, filial del GEB), Mónica Contreras no dudó en afirmar que los resultados financieros en medio de la coyuntura por la pandemia son alentadores si se tiene en cuenta que los ingresos, al cierre de septiembre, han sido superiores a los US$450 millones, lo que representa un 4% menos en comparación con el 2019.
En diálogo con Portafolio, la líder empresarial, recalcó que el balance es sobresaliente “si se tiene en cuenta que por la emergencia sanitaria la demanda de gas natural decreció ante la desaceleración en el sector comercial e industrial”.
Así mismo recalcó que se espera cerrar el año con un Ebitda de US$350 millones, y un margen Ebitda por encima del 70%, además la utilidad neta se calcula en US$130 millones, que para la presidenta de TGI “es un crecimiento relevante”.
Con respecto a la finalización de obras destaca la de Cusiana Fase IV, que entrará en operación en enero próximo, lo que permitirá traer hacia el centro del país una capacidad adicional de gas natural desde el Casanare.
Para el 2021, Contreras afirmó, que el principal reto de TGI estará en recuperar la demanda. “La fuente del campo Ballena y la conexión con Barrancabermeja ha caído mucho, lo que se verá reflejado en los ingresos de la compañía; sin embargo, estamos implementando un plan de choque que nos permitan activar otros proyectos en el corto y mediano plazo”, dijo.
Pero sin duda, como lo confirmó la presidenta de TGI, se jugarán todas las cartas para desarrollar el proyecto de la regasificadora del Pacífico en Buenaventura.
“Estamos analizando en detalle con el equipo técnico y jurídico cada uno de los pliegos y/o términos de referencia en cuya obra tenemos un alto interés, cuya inversión será adicional, en lo que realmente será una apuesta en la que queremos estar presentes”, subrayó Contreras.
Así mismo recalcó, con respecto al montaje del gasoducto Buenaventura – Yumbo, cuyo trazado está en una zona donde hay complejos problemas de orden público, que deben existir todas las garantías por parte del Estado para el desarrollo de la obra. “El desafío de esta alianza público-privada es que el Gobierno ofrezca condiciones atractivas para realizar esta inversión porque, en últimas, el gran beneficiado será el país”, subrayó.
Además de esta megaobra, la presidenta de TGI resaltó otros proyectos de gran relevancia como el de reforzar el sistema de transporte para fortalecer la capacidad de suministro en el suroccidente del territorio nacional.
“Hay varios proyectos para desarrollar en esta región y cuyo fin es el de aumentar la capacidad de transporte. Uno de ellos es la ampliación con bidireccionalidad del gasoducto entre Mariquita y Gualanday y que ayudará al aumento de la capacidad en el ramal Jamundí que ayudará a que llegue más gas natural al nodo de Popayán y al departamento del Cauca”, explicó Contreras.
Con esta obra se espera surtir a esta región del país con cerca de 3 millones de piés cúbicos diarios (mpcd) del combustible. Los planes de TGI, según su presidenta, es que la obra entre en operación en el 2023, a lo que se sumaría la bidireccionalidad desde Yumbo hasta Mariquita. “Así se garantiza el abastecimiento desde el interior hacia el suroccidente”, señaló.
Contreras recalcó que lo proyectado con esta iniciativa bidireccional es que esté en funcionamiento en 58 meses una vez se tenga seleccionado el inversionista que ayude a desarrollar la planta regasificadora del Pacífico que está programada para el inició de su operación en diciembre del 2024.
Otro de los focos en los que TGI tiene puesta la mirada es en el montaje de los tubos para traer el gas desde los campos gasíferos en la cuenca del Valle Inferior del Magdalena (VIM) que ha entregado y asignará la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para su desarrollo, y cuya producción comenzaría en cinco o seis años.
“Para nosotros siempre va a existir el interés por estos nuevos desarrollos si son económicamente viables. Estaremos presentes como parte del plan de crecimiento de la compañía, aprovechando la infraestructura existente”, dijo la presidenta de TGI.
Contreras finalmente señaló que la empresa será esa pieza clave que necesita el país para apalancar la política de transición energética, y muestra de ello son las inversiones trazadas para el 2021 las cuales están terminando de ajustar, pero en infraestructura para transporte de gas será de US$30,3 millones.
Alfonso López Suárez
Tomado de Portafolio