Camilo Sánchez, presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
Estuvimos a punto de vivir la más grande crisis económica y social de la historia, autoinducida por la improvisación y la falta de uso de los canales diplomáticos con Estados Unidos. Casi nos aplican inmerecidamente sanciones como el incremento del 25% de los aranceles a nuestros productos, lo que hubiera significado la muerte comercial de fabricantes, proveedores, exportadores y la destrucción de cientos de miles de empleos, por una simple medición de fuerzas asimétricas. Todo esto nos dejó innecesariamente con matrícula condicional.
Cambiar de pensamiento sin consultar al canciller y al embajador en EE. UU., casi propició un salto al vacío, arriesgando el comercio exterior con nuestro principal socio, responsable del 30% de nuestras exportaciones y el 40% de la Inversión Extranjera Directa.
Todo para generar una cortina de humo, desviando la atención por la grave situación en el Catatumbo debido al fracaso de la Paz Total.
Nadie discute el trato digno que merecen las personas, independientemente de su condición. Lo imprudente fue utilizar la tecla fácil del trino en Twitter/X.
Una vez conjurada parcialmente la crisis internacional, nos involucraron en otra de gran impacto nacional, nuevamente contra el sector energético con la manifestación en Barranquilla promovida desde el mismo Gobierno, esperamos que sin recursos públicos. En ésta hicieron afirmaciones falaces contra las empresas públicas y privadas, desconociendo irónicamente que la solución siempre ha estado en las manos del Gobierno, más aun teniendo hace casi seis meses el manejo de la empresa Air-e, a la cual no le han girado los recursos suficientes para hacerla viable y solventar gran parte del problema.
Por intereses políticos e ineficiencia terminan echándole la culpa a los empresarios, quienes afortunadamente hasta el momento han sido los que han evitado el temido y cercano apagón. Afirmando además, y sabiendo que no es verdad, que hay cobros ilegales, confrontando al empresariado contra los usuarios, lo que es irresponsable. La hecatombe de un eventual apagón será responsabilidad exclusiva del Gobierno, que desde hace más de dos años sabe qué va a suceder porque se lo hemos señalado con estudios técnicos y propuestas de solución, de ahí la importancia de la advertencia del Contralor General, ratificando que es perentorio pagar las obligaciones legales de los montos adeudados, 2,7 billones, correspondientes a los subsidios de energía y 840 mil millones de gas, al igual que honrar la promesa presidencial del pago de la opción tarifaria. De no hacerlo implicará el aumento de las facturas para los estratos más vulnerables.
Seguimos al borde del abismo y con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Ante el riesgo y las amenazas hay que actuar y no callar.