Sin vacuna o medicamentos efectivos, el aislamiento y distanciamiento social siguen siendo la mejor estrategia para evitar el contagio.
Se amplió el plazo de la cuarentena obligatoria, decisión difícil que respaldamos, con el liderazgo del Presidente y la información a la ciudadanía en los espacios diarios que lleva a cabo a través de los diferentes medios.
Sin vacuna o medicamentos efectivos, el aislamiento y distanciamiento social siguen siendo la mejor estrategia para evitar el contagio. Se ha venido dando un aplanamiento de la curva de casos y se busca que no haya un colapso en el sistema de salud y así salvar vidas, objetivo central y ético de cualquier sociedad.
Hoy más que nunca está vigente que “En los momentos de crisis, surgen las personas creativas que buscan soluciones y los negativos que solo buscan culpables”.
Hasta el momento lo obtenido es producto de un esquema de solidaridad y responsabilidad, donde todos ponen, gobiernos nacional y territorial, empresarios y ciudadanía, cumpliendo cada cual con su compromiso.
El nuevo plazo, 11 de mayo, está sustentado en estudios epidemiológicos y evidencia científica, con mayor número de pruebas de verificación, para identificar casos asintomáticos y tomar las medidas particulares de aislamiento.
Sin desconocer el enorme esfuerzo hecho, hay que seguir ampliando el número de pruebas aleatorias y en zonas de mayor riesgo, para ir implementando las acciones correspondientes.
Sin duda la informalidad de muchas actividades económicas, con cifras superiores al 50%, preocupa porque hay poca capacidad de ahorro de los ciudadanos y también en un importante número de empresarios, sobre todo en el segmento de las mipyme.
El Gobierno expidió en el marco de la emergencia económica, social y ecológica, toda una serie de medidas de alivio para la atención necesaria y justa a la población vulnerable e instrumentos de apoyo financiero para mejorar el flujo de caja del sector productivo y así proteger el mayor número de empleos.
El aislamiento inteligente ha empezado permitendo que el sector de la construcción y la manufactura sean los primeros en volver a incorporarse al proceso productivo, siguiendo rigurosos protocolos de seguridad y salubridad, acompañados de una mayor cultura ciudadana.
Luego continuarán otros sectores según lo defina el gobierno después del 11 de mayo. Recordemos que una empresa es parte de una cadena más amplia. Si falla el eslabón de la cadena de proveedores, aparece un riesgo para todos.
Esto es vital en el sector de servicios públicos para seguir garantizando su prestación eficiente y continua.
Compartimos mantener el aislamiento para mayores de 70 años y estudiantes. El tiempo es el mejor aliado y el más temible enemigo. Siempre bajo la premisa básica de la atención de salud, con las acciones para reactivar el aparato productivo y el desarrollo económico.
Es clave acelerar la implementación de la normativa expedida. Los giros para la salud y el sector productivo, así como en servicios públicos para cubrir la cuenta de los subsidios a los estratos bajos, deben ser continuos y oportunos.
Finalmente, no sobra recordar a Churchill cuando dijo “Muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro”.
Camilo Sánchez Ortega
Exministro y presidente de Andesco
Tomado de Portafolio