Acueducto Metropolitano de Bucaramanga: Resultados y retos tras 105 años de crecimiento

Han sido 105 años de crecimiento y transformación. Hoy, bajo la gerencia de Hernán Clavijo Granados, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga se proyecta para seguir siendo un referente a nivel nacional con sus altos estándares de calidad del agua y su modelo de gobierno corporativo. El gran reto: complementar el servicio con los de alcantarillado y aseo.

Sin duda, ha sido más de un siglo de grandes cambios e inversiones los que han marcado la consolidación de la compañía, que desde el pasado 9 de diciembre es gerenciada por este administrador de empresas, quien llega con retos mayores: Hacer del amb una empresa Triple A, es decir, que la compañía también sea gestora y administradora del servicio de alcantarillado y aseo.

Temas como el de la preservación del Páramo de Santurbán, fuente primaria de agua para los más de 296.000 suscriptores de Bucaramanga, Floridablanca y Girón; ampliar el servicio a zonas vulnerables a través de programas especiales y garantizarlo a nuevos desarrollos urbanos, se suman a las prioridades de su administración.

Hernán Clavijo Granados insiste en acercar más el amb a la comunidad, incluso, buscará que las empresas de servicios públicos tengan un rol activo en el desarrollo urbano de la ciudad. “Eso se logra trabajando de la mano con los entes territoriales, las empresas de servicios públicos y los desarrolladores; haciendo inversiones más efectivas, más eficientes y mejor orientadas hacia el crecimiento urbano ordenado”, afirma.

La siguiente entrevista permite conocer el presente y futuro de una de las compañías más antiguas de la ciudad.

Uno de sus retos al asumir la gerencia es hacer del amb una empresa Triple A: Prestadora del servicio de acueducto, alcantarillado y aseo. ¿Cómo proyecta esta ambiciosa transformación?

Hernán Clavijo Granados: “Como ciudad, hay deficiencias en el tratamiento de aguas residuales. Cerca del 89 % de las aguas residuales que se producen en el área metropolitana no son tratadas correctamente. Es un reto importante en términos de la gobernanza del agua no sólo impactar la parte de arriba, la captación, sino la disposición y tratamiento de esas aguas residuales. Ahí viene el componente del alcantarillado, que puede ser más eficiente siendo el Acueducto el gestor y administrador de ambos negocios.

Ahora, el componente aseo puede aprovechar también algunas de las mismas eficiencias, sobre todo en términos operativos y administrativos. Lo que buscamos con la Triple A es ser más eficientes y llegar con un servicio integral a los ciudadanos del área metropolitana.

En los nuevos desarrollos, nosotros podríamos, eventualmente, entrar a construir o recibirle al municipio nuevas instalaciones de alcantarillado y las operaríamos; esa sería la primera fase de este proyecto.

Actualmente tenemos cerca de 800 viviendas cuyas redes de aguas residuales son del Acueducto, pero a la fecha no tenemos los derechos de interconexión para poder disponer a través del sistema que actualmente opera Empas. Estamos en ese trámite.

La idea, posteriormente, es entrar en nuevas zonas de desarrollo del área metropolitana haciendo nosotros inversiones en redes de alcantarillado”.

La compañía adaptó en 2018 un modelo de gobierno corporativo. ¿Cuáles han sido los alcances de esta herramienta administrativa?

H.C.G.: “Una empresa cuyas inversiones son a largo plazo y de alta cuantía en infraestructura, requiere de gobiernos corporativos para darle estabilidad en el tiempo.

El gobierno corporativo busca blindar a la empresa de malas decisiones de tipo estratégico a causa de los cambios de administración, que le son inherentes. Además, se implementa una política de gobierno corporativo: un manual de contratación nuevo, una política de propiedad en la que se pone de frente a cualquier decisión la rentabilidad y el retorno de esas inversiones, y no la decisión arbitraria de quien esté en ese momento de accionista mayoritario.

En este tema, el Acueducto hizo consultoría con el programa Compass promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo, para empresas de acueducto con gran potencial nacional. El objetivo es mejorar esos procesos de gobierno corporativo y estructura organizacional.

Somos la primera empresa de acueducto del país en tener una estructura de gobierno corporativo con esas mejores prácticas internacionales. Eso ayuda a que una de las principales calificadoras, como Fitch Ratings, ratifique la calificación Triple A, lograda por segundo año consecutivo, algo que en medio de esta crisis se convierte casi que en la mejor herramienta de gestión para una administración”.

¿Al referirnos a contratación, cómo se ha visto reflejado el gobierno corporativo?

H.C.G.: “Ha habido varios ajustes, uno es que casi se han eliminado las contrataciones directas por parte del Acueducto. Hoy día, virtualmente, cualquier contratación que se vaya a hacer debe ir a una oferta pública y dependiendo del monto del contrato hay unas instancias por las que debe pasar ese proceso.

El año pasado, la compañía adjudicó 114 contratos por valor total de $54.493 millones, $2.843 millones por debajo de lo presupuestado, gracias al modelo de contratación que garantiza transparencia y pluralidad”.

“Abrir la llave y tener agua limpia requiere de una persona día y noche en la captación, en la purificación… Son operaciones 24/7 y trabajar así durante la pandemia es un reto importante. El servicio nunca para y sigue con las mismas condiciones de calidad y continuidad que se ofrecían antes de la pandemia”: Hernán Clavijo Granados.

¿En la ruta de crecimiento de la compañía, qué grandes proyectos de inversión hay a corto y mediano plazo?

H.C.G.: “Dentro del Plan de Obras e Inversiones Reguladas con vigencia 2016-2026, que es el plan maestro de expansión del Acueducto, vamos en la mitad del camino. Quedan alrededor de 130 mil millones de pesos para proyectos por ejecutar durante los próximos cinco años, que además involucran obras de ampliación de la red de distribución.

La parte más gruesa ya pasó, que es la construcción del Embalse de Bucaramanga, y la construcción de la Planta Los Angelino, que está a poco más de un mes de estar terminada.

Hay un proyecto muy importante que es el tanque de Los Colorados, al norte de Bucaramanga, un sector que hoy se abastece a través de pilas públicas, si bien son una solución para esas zonas de difícil gestión, están lejos de ser la solución ideal.

También hay un proyecto que hace parte del plan maestro de aguas, que es la conducción de Ferrovías a Girón. Esa conducción nos va a permitir sacar agua de la planta Los Angelinos y llevarla a Girón, que es el único municipio del área metropolitana que no tiene su propia fuente de agua”.

El tema social es otro de alta prioridad en la agenda de las empresas de servicios públicos. ¿Cuál es el compromiso del Acueducto con sus grupos de interés?

H.C.G.: “Una de las principales apuestas de esta administración es hacer de la gerencia una gerencia cercana a la comunidad.

Hemos logrado iniciativas como ‘Agua al Barrio’, programa del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio. En Bucaramanga lo hemos bautizado ‘De Santurbán a Casa’ y el objetivo es llegar a poblaciones de difícil gestión (barrios subnormales, desarrollos desorganizados, zonas de alto riesgo o zonas de protección).

En lo social tenemos un compromiso importante con nuestros grupos de interés: las comunidades de los municipios donde están nuestras captaciones. Tenemos tres grandes fuentes: ríos Frío, Suratá y Tona.

Por decisión de la asamblea de accionistas, para la vigencia 2020-2022 se destinaron 8 mil millones de pesos para inversión en proyectos que tengan que ver la protección de las cuencas hídricas, especialmente en la provincia de Soto Norte; con eso, de alguna manera, devolvemos a la comunidad algo de lo que nos aporta”.

Entre sus retos gerenciales también mencionó la protección del Páramo de Santurbán. ¿A qué acciones le dará continuidad?

H.C.G.: “Nuestra principal herramienta para el cuidado del Páramo de Santurbán está precisamente en la inversión en proyectos y el pago por servicios ambientales a las poblaciones del páramo.

Hemos participado en varias acciones, una de ellas fue el apoyo al estudio de impacto ambiental que desarrolló el municipio de Bucaramanga de la mano con el Acueducto para presentar a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales en el proyecto de gran minería que se está desarrollando en California.

Hoy día, uno de nuestros principales objetivos es ejecutar esos recursos de la reserva ocasional en los diferentes municipios de la provincia de Soto Norte, en este momento hay cuatro proyectos que han sido aprobados por la asamblea general de accionistas (marzo 26 de 2021), por un valor cercano a los 3.100 millones de pesos. Nos queda faltando para las vigencias 2021, 22 y 23 ejecutar el saldo hasta completar los 8 mil millones de pesos. El principal vehículo para realizar esto será la Fundación amb, recientemente creada.

El amb protege más de 12.300 hectáreas de bosques que están dedicados exclusivamente a conservar los nacimientos y cuencas hídricas.

¿Cuál va a ser además el rol de la Fundación amb y cómo operará?

H.C.G.: “En nuestra estrategia de protección al medio ambiente se buscó la mejor manera de generar un impacto. Después de hacer un Benchmarking nacional e internacional de cuáles eran los mecanismos para hacerlo, encontramos que uno era la constitución de una fundación, que permitiera acceder a recursos frescos del mercado y ejecutar proyectos de impacto social y ambiental.

Se hace el análisis, se presenta en la asamblea y se aprueba la creación de la Fundación amb: Agua, Medio Ambiente y Bienestar.

La fundación tendrá junta directiva y actualmente está en proceso de ser constituida con el fin de ejecutar estos proyectos de responsabilidad social empresarial”.

Hablemos ahora de uno de los temas de mayor interés para la comunidad, la calidad del agua…

H.C.G.: “La calidad del agua es tal vez lo más importante que tiene el Acueducto. Dentro de las métricas del Gobierno Nacional, el índice de la calidad del agua debe ser inferior al 5%; cualquier valor menor al 5% es potable. Nosotros estamos rondando el 0,03%, es decir, casi 12 veces más pura que el índice de calidad de agua del país, por eso es una de las mejores.

Hay algunas particularidades que, por desconocimiento, suelen generar comentarios negativos; uno de estos comentarios es que el agua sale con burbujas, esto, la verdad, es sólo aire derivado de la presión; no es nada que afecte la calidad de la misma”.

Finalmente, una pregunta reiterada entre la ciudadanía: ¿hasta cuándo tenemos garantizada agua?

H.C.G.: “Esa es la principal razón para construir el Embalse de Bucaramanga. El Embalse de Bucaramanga tiene algo así como 17 millones de metros cúbicos de agua. La idea es garantizar el agua para los próximos 30 a 50 años. Eso dependerá de los nuevos desarrollos.

La planta de agua potable Los Angelinos, que es la puerta de entrada, tiene en su capacidad total 1.200 litros por segundo; hoy día tenemos construido un tanque de 600 litros que debería dar suficiente agua para los próximos 15 a 20 años. En unos 20 años deberíamos construir la segunda fase de la cual sólo falta el otro tanque de 600 litros, porque la inversión más grande, que tiene que ver con el edificio administrativo, la subestación, la captación, ya se hizo.

Con ese tanque, de alguna manera, resolvemos la situación de agua en el área metropolitana en los próximos 30 a 50 años, pero hay que pensar en más, porque hay ciudades del mundo que hoy día no tienen agua. Nosotros por fortuna la tenemos, pero la tenemos que cuidar”.

En enero último, el Acueducto creó un programa de alivio de pago a un año y sin intereses para comerciantes e industriales que adeudaban $11.000 millones a la compañía, el cual fue atendido por un número importante de usuarios. Por causa de la pandemia, la cartera aumentó del 4 a cerca del 11 %.

Tomado de La Vanguardia