En un almuerzo en su despacho Carlos Felipe Córdoba logró convencerlos de las bondades de la reforma que tramita en el Congreso. Esto fue lo que sucedió
En la mesa de juntas se sirvió un lomo de cerdo, acompañado de una guarnición de arroz blanco, papas con perejil y ensalada verde.
La receta es una de las preferidas del contralor, quien se declara amante de la comida que sabe a casa y que quería que sirvieran como plato principal para hacerle entender a los presidentes de los gremios económicos que lo que quiere con la reforma es tan elemental como lo que se puso en la mesa.
Desde que llegó al cargo Córdoba se prometió transformar una entidad que conoce como la palma de su mano para que sirva para en función de lo que necesita el ciudadano: evitar a tiempo que se roben los recursos públicos.
Varios presidentes de gremios habían manifestado su inquietud por lo que consideraban el regreso del control previo en la contratación pública, figura que fue eliminada por la Constitución del 91.
Córdoba ha dicho hasta el cansancio que es distinto previo a preventivo, sin embargo presidentes de agremiaciones como Jorge Enrique Botero de Fasecolda insistían en que una cosa era igual a la otra.
Los miembros del Consejo Gremial, entre los que estaban los Presidentes de la SAC, Jorge Bedoya; de Asofiduciarias, Germán Arce; de Analdex, Javier Díaz; de Asofondos, Armando Montenegro; de Fasecolda, Jorge Enrique Botero, escucharon atentos al contralor Córdoba, quien con palabras pausadas explicó cada detalle del proyecto que reforma al organismo de control y que está a semanas de ser aprobado en la plenaria del Senado para convertirse en la reforma más profunda que haya experimentado esa entidad en su historia.
A la hora del plato de cierre parece que la diferencia le quedó clara a él y al resto de los comensales y por eso el ánimo de la entrada fue distinto al del postre.
Córdoba dice que sin presupuesto y con la planta que tiene actualmente es imposible hacer el control que requiere el país para llegar hasta la médula de la corrupción para detener el desangre de los recursos públicos que cada vez agobia más a los ciudadanos.
La reforma a la Contraloría, que es una reforma a la constitución, tiene el histórico apoyo, incluso, de los sindicatos de la entidad, de los excontralores y de la mayoría de los congresistas que han aprobado con entusiasmo el articulado que pondrá a la Contraloría, según Córdoba, como una de las más importantes del continente.
El presidente de Asofiduciarias, Germán Arce, lideró la reunión del Consejo Gremial que limó las asperezas entre los gremios y el Contralor Córdoba.
Para los gremios el almuerzo de hoy sirvió para entender de fondo la reforma a la Contraloría que está a dos debates de ser aprobada en el congreso.