Colombia consolida su nuevo marco para las telecomunicaciones a semanas del regulador convergente.
El foco que tiene el Gobierno para simplificar son todas aquellas normas en desuso o que se quedaron atrás por la actualización tecnológica.
“El mundo de hoy necesita una desregulación inteligente”. Con esas palabras, el presidente Iván Duque se ha referido en múltiples ocasiones al sector empresarial del país. Ese esfuerzo por reducir y optimizar la normativa a lo esencial cada vez toma más fuerza en la industria de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC). Y Colombia se abre un camino en la región como principal referente en la materia.
Este año, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) completó la primera fase de lo que su director, Carlos Lugo Silva, llama “el ADN de la Comisión”, en referencia a un proceso de mejora regulatoria que está realizando la entidad desde el año anterior.
En su fase inicial, que terminó a inicios de este año, la CRC eliminó el 25 por ciento de su reglamentación. Pero no es el único organismo del Gobierno que le está apuntando a la simplificación normativa, pues desde el Ministerio de las TIC se propuso implementar un regulador único para el sector, en aras de facilitar la protección del consumidor y la sana competencia en medio de la convergencia que hoy caracteriza la mayoría de servicios TIC.
La creación de un regulador convergente y las buenas prácticas normativas fueron algunos de los requisitos exigidos por la Ocde para que Colombia ingresara a este organismo, del que hace parte desde finales de mayo del año pasado.
Distintos actores del sector de las telecomunicaciones sostienen que el nuevo regulador, que se espera comience funciones en los próximos meses, ayudará a promover la inversión.
Si bien fue uno de los puntos más polémicos en la recientemente aprobada ley TIC por su posible concentración del poder en el Ejecutivo, desde el ministerio se ha impulsado como el mecanismo que ayudará a “promover la competencia en los mercados de las redes y los servicios de telecomunicaciones”.
El nuevo organismo suprimirá a la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) y modificará la CRC, pues solo quedará uno de sus tres comisionados. Así que estará integrada por el ministro TIC, un comisionado designado por el Presidente, un comisionado elegido por canales regionales de televisión y dos comisionados escogidos por concurso que hará el Departamento Administrativo de la Función Pública.
El principal reto es encontrar el equilibrio entre la regulación y la innovación. La tecnología avanza tanto como los marcos regulatorios lo permitan
“Desde que Colombia está participando para ingresar a la Ocde, la CRC, en el ejercicio que viene desde hace un par de años, ha incentivado implementar estrategias y actividades relacionadas con la mejora normativa”, detalla Carlos Lugo, presidente del organismo, y agrega que desde el 2018 se fijó sacar adelante la simplificación regulatoria.
Para Lucas Gallito, director de Políticas Públicas para América Latina de GSMA, la desregulación inteligente es el primer paso para poder rediseñar un marco normativo que promueva la seguridad jurídica y las inversiones necesarias. “El principal reto es encontrar el equilibrio entre la regulación y la innovación. La tecnología avanza tanto como los marcos regulatorios lo permitan”, argumenta. Y sostiene que “la regulación que se está impulsando debe ser a prueba de futuro, diseñada con objetivos claros”.
Le quedan al regulador tres años y medio para simplificar toda la regulación.
El foco que tiene el Gobierno para simplificar son todas aquellas normas en desuso o que se quedaron atrás por la actualización tecnológica, presentes en 13 temáticas definidas por la CRC, y bajo criterios como su antigüedad o que pueden autorregularse.
Ahora, ya en la segunda parte del plan, Lugo, único comisionado actual de la CRC que también participará en el futuro regulador convergente, afirma: “El nuevo organismo tendrá que asumir lo que queda como tarea fundamental para generar más incentivos a la industria. Le quedan al regulador tres años y medio para simplificar toda la regulación”. Según él, la metodología empleada por el país ha sido referente continental.
Lugo cuenta que tras la publicación de la hoja de ruta, la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones creó un equipo de trabajo liderado por Colombia “que va a permitir que nuestra metodología sea utilizada en otros países de América”.
“Quedan aún muchos desafíos por delante y deudas pendientes para debatir entre el sector público y el privado, como una política fiscal saludable, un modelo que fomente el despliegue municipal de infraestructura a través de incentivos a la colaboración y articulación”, plantea Gallito.
MARÍA PAULINA ARANGO M.
REDACCIÓN TECNOLOGÍA@Mariapaulinaar
Tomado de El Tiempo