Desde este martes, la estructura empezó a trabajar al 100% de su capacidad.
Tras siete años de construcción, la planta de tratamiento de aguas residuales Aguas Claras de EPM, fue inaugurada este martes en Bello, Antioquia.
En el proyecto, que busca sanear el río Aburrá- Medellín y contribuir a la descontaminación paulatina de este canal hídrico, se invirtieron $1,6 billones, con participación de US$450 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según EPM, la planta de tratamiento tiene capacidad de procesar cinco metros cúbicos por segundo, en promedio, y desde finales de 2018, se están recibiendo las aguas residuales provenientes de Medellín y Bello, municipios cuya población suma cerca de 2,2 millones de habitantes.
“Con la entrada en operación de Aguas Claras, unida a la planta San Fernando de EPM, estamos recolectando en promedio 84% de las aguas residuales del Valle de Aburrá para tratarlas. Así evitamos que lleguen al río Aburrá-Medellín más de 140 toneladas diarias de materia orgánica, equivalentes a lo que pueden transportar diez tractomulas con carga completa” dijo Jorge Londoño, gerente de EPM.
El directivo añadió que están contribuyendo a elevar el nivel de oxígeno disuelto en el río a un promedio de cinco miligramos por litro, “lo cual es una característica de los ríos descontaminados”.
Además, Londoño destacó que con la recuperación del río, se podrán desarrollar proyectos urbanísticos, de recreación y parques lineales, en las riberas, tal y como sucede en el trayecto que ya está saneado.
Y dijo que desde ya se está planeando la construcción de nuevas plantas en la zona norte del Valle de Aburrá, “la idea es empezar a tratar el agua de Copacabana y Barbosa también”.
En cuanto a los olores que se concentran en la zona, y que el año pasado generaron inconformidad entre la comunidad de Bello, Londoño señaló que se han logrado reducir significativamente, y que en el transcurso de este primer año de funcionamiento al 100% de la capacidad de la planta, el fenómeno será controlado del todo.
Por su parte, el ministro de Ambiente, Ricardo Lozano, explicó que esta obra hace un aporte de 4% al índice de tratamiento de aguas residuales en los municipios del país, pasando de 42% a 46%. “La meta para el 2022 es que esto suceda en el 54% de los municipios de Colombia”, manifestó.
Tomado de El Portafolio