Al analizar los resultados del Estudio Nacional del Agua (ENA – 2018) realizado por el Ideam, Acodal lo reconoce como un valioso insumo para definir políticas y acciones para enfrentar fenómenos como la desertificación, sequías e inundaciones periódicas y recurrentes entre otras informaciones para enfrentar el cambio climático y para reducir la huella hídrica que dejan las actividades económicas en un país que debe mejorar radicalmente la productividad del uso del agua.
El avance en los resultados de este estudio constituye una base sólida que convoca a expertos y a ciudadanos del común a una seria y necesaria reflexión sobre la ruta a seguir para armonizar y articular el uso del agua a una nueva visión del desarrollo.
Las cifras y datos que arroja el estudio representan un campanazo de alerta en torno a la necesidad de lograr un mayor rigor institucional, que desde el más alto nivel del Estado planee y exija un mejor manejo del recurso hídrico y el importante y urgente llamado para toda la sociedad para contar con sus compromisos en actividades de uso racional y el reuso.
El estudio hace evidente la necesidad de invertir en obras de gran envergadura en zonas de escasez periódica para evitar racionamientos para el consumo humano de agua. La consulta al ENA permite identificar las zonas y ciudades más vulnerables, donde se puede poner en riesgo la seguridad alimentaria.
Según el ENA-2018, la demanda total anual de agua va en aumento en Colombia y ya se acerca a los 38.000 millones de metros cúbicos al año.
Este estudio dio cuenta también de un aumento del 5% en la demanda del líquido en los últimos cuatro años. Por año, la participación porcentual en 2016 se distribuía en para el agrícola 43,1%, la energía 24,3%, el pecuario 8,2% y domestico el 7%, lo que señala que en cada uno de estos tipos de consumo se requieren acciones específicas para aumentar la productividad en el uso y reuso del agua. De hecho, la productividad en el uso de este recurso natural es inferior en 18% al promedio de este factor en los países que pertenecen a la Ocde.
Estas cifras nos dan una idea de las necesidades que tiene la sociedad de contar con políticas y acciones eficaces que permitan mantener el acceso al agua. De acuerdo con la información disponible, el acceso al recurso hídrico en condiciones normales comienza a ser limitado en las regiones de mayor concentración poblacional.
Especial mención merece el avance logrado en este estudio que señala el lento avance en el tratamiento de las aguas residuales (PTAR) que apenas llega al 42%. De ahí el llamado a dinamizar estrategias de reuso de las aguas tratadas y de los residuos de este proceso como los biosólidos.
Frente a los datos presentados en el ENA 2018, en el 62º Congreso Internacional de Acodal, que se realiza a fin de mayo en Cartagena, se discutirán alternativas para enfrentar desafíos. Con tal fin se presentarán experiencias internacionales donde autoridades y expertos mostrarán las acciones adelantadas en otros países. Acodal espera que de los resultados de las presentaciones, foros, coloquios sobre el tema, se pueda poner en marcha una agenda ambiental, que garantice responder a las situaciones diferenciales por periodos anuales e interanuales y por territorios del país.
En suma, son grandes desafíos en torno al acceso al recurso hídrico, por lo que la gran reflexión nacional en torno al tema, debe ser el punto de partida para una ruta que nos lleve a soluciones profundas y estructurales.
Tomado de La Reública