Tomado de Semana
SEMANA: ¿Cómo va la construcción de la reforma a los servicios públicos que lidera el Gobierno nacional?
Camilo Sánchez (C.S.): Hemos venido trabajando de la mano de la Superintendencia de Servicios Públicos, con el Ministerio de Vivienda y la academia, Externado de Colombia y otras universidades. Hemos tenido varias citas con el superintendente para llegar a puntos de encuentro. Primero, no va a ser un salto al vacío. Esto no es terminar la Ley 142 de 1994 y empezar con una nueva. Es dejar lo bueno y actualizar lo que requiere ser actualizado, porque la ley lleva 29 años. Esto no es empezar desde cero.
En Andesco estamos revisando la ley, artículo por artículo. Igual lo está haciendo la Superintendencia y los diferentes ministros que están en la construcción. Ahí vamos a ir llegando a acuerdos. El 31 de julio tenemos una reunión muy importante con el superintendente para ir viendo en blanco y negro los puntos donde tenemos que hacer cambios y cómo se va a actualizar. Por ejemplo, cómo se va a actualizar la parte tecnológica que se requiere en lo que tiene que ver con medidores, macromedidores, micromedidores y todo lo que tiene que ver con las TIC, que también van a tener impacto sobre esos procesos.
SEMANA: ¿Discuten alrededor de un borrador del proyecto de ley?
C.S.: No lo tenemos de esa manera. Lo que hemos ido haciendo es cada uno, por nuestro lado, aportes que hay presentar el 31. Lo que tiene el Gobierno previsto, más o menos, es que el 7 de agosto harían la presentación, después de la última reunión que tengamos nosotros, el 31 de julio. Lo que estamos diciendo son dos puntos fundamentales: que es una actualización, que vamos a poner la parte tecnológica, que se ha quedado retrasada. Tres, que se va a seguir trabajando con la CRA y con la CREG, que son los entes técnicos, para que de esta manera prevalezca lo técnico sobre lo político. Cuatro, que el Gobierno nacional hará los lineamientos generales de política pública, y cinco, que las empresas públicas, privadas y mixtas deben ser también un baluarte fundamental en la construcción de lo que viene.
También que los mínimos vitales van a ser financiados por el Estado, y no van a ser a costa simplemente de los usuarios y las empresas. Es muy importante que lo estemos abanderando. Revisaremos la importancia de las comunidades para que participen, temas como las comunidades energéticas van a ser muy interesantes. Esto no es tan fácil, es una ley que ha dado resultados. No hemos tenido apagones y ha mejorado la cobertura. Lo bueno se queda, lo que se debe actualizar se actualiza.
SEMANA: ¿Cree que en este momento existe un acuerdo con el Gobierno frente a estos puntos?
C.S.: Tenemos muy buena relación con el superintendente. Por eso le puedo decir que los mínimos vitales ya se han hablado. También de las comunidades energéticas y de agua para poder avanzar en el tema, clarificando que no es también otro salto al vacío en el tema porque no es que las comunidades, de la noche a la mañana, se vuelvan técnicas y tengan la capacidad financiera y administrativa para poder hacer proyectos macro en territorio. Hay que hacerlo paso por paso. Estamos teniendo muy buena relación con la ministra de Minas y Energía y la ministra de Vivienda.
Veo que estamos haciendo una construcción, pero debo decir algo claro. No se tendrá lista la ley hasta que no se llegue a terminar el proceso. Es importante que se entienda que esto debe pasar por el Congreso de la República, este determinará al final los puntos de encuentro. Nuestro discurso ha sido que hay que tender puentes, hay que hablar de los temas y hay que buscar, desde la diferencia, llegar a los puntos de encuentro.
SEMANA: ¿Qué quiere el Gobierno con las comunidades energéticas?
C.S.: Lo más importante es que el centro de los servicios públicos son los usuarios. Ese es el primer punto donde parece que hay una discrepancia, porque parece que querían decir que los servicios públicos eran enemigos de los usuarios y lo que buscaban era ganar más plata y cobrarles más a los usuarios. Ya está claro que lo peor que les puede pasar a los sectores de servicios públicos es que crezcan las tarifas por encima de la inflación. El segundo punto es que aquí no podemos caer en una pelea política en lo público y lo privado. Se dio cuenta al país que ha crecido en estos más de 20 años con la competencia de lo público, lo privado y lo mixto. Esto ha mejorado calidad, cobertura y continuidad.
La otra parte es que las comunidades tienen que participar, pero no están preparadas todavía para estas responsabilidades. Esto de decir que van a tender la fibra o que van a generar energía de la noche a la mañana, sin tener el conocimiento, la tecnología y el espectro financiero, pues sería simplemente un discurso facilito. Como decir que sí existe la posibilidad del tren del Pacífico al Atlántico. No queremos expectativas en el tema y eso se tiene que construir. Construir sobre lo construido y tender puentes.
SEMANA: El Gobierno nacional tiene como uno de los objetivos bajar las tarifas de los servicios públicos. ¿Se ha hablado de eso?
C.S.: Por parte del Gobierno, lo más importante a lo que se ha llegado es que no asumirá las funciones técnicas. Se les dejan a la CRA y a la CREG. Se debe seguir buscando el mejor indexador del servicio. Otra verdad a medias que dicen es que aquí los empresarios pueden poner las tarifas, incrementarlas como quieran. Aquí se tienen unos requisitos, es el sector más controlado. Aquí, para meter en la tarifa cualquier cosa, debe tener requisitos técnicos muy poderosos. Estamos mostrando que nadie quiere que los servicios suban por encima de la inflación. Las tarifas no se ponen mirando para el cielo, es como dice la norma.
SEMANA: ¿Qué harán para que estos valores no suban por encima de las posibilidades del usuario?
C.S.: El valor se pone por oferta y demanda. Necesitamos, por ejemplo, que entre oferta de lo que tiene que ver con energía eólica y solar de La Guajira. Todo eso no va a entrar para este fenómeno de El Niño porque no estará disponible. Estamos haciendo trabajos con las empresas, por ejemplo EPM, para tener las turbinas de la uno a la cuatro trabajando en el momento adecuado para evitar cualquier contingencia.