Tomado de Portafolio
Las cifras son contundentes y con orgullo mostramos los resultados. Hay que seguir mejorando, sobre todo cerrando brechas en el sector rural.
Hace treinta años el país tenía crisis en la prestación de servicios públicos: apagón, pocas líneas telefónicas, cocinol, basuras sin recoger, agua intermitente, calidad deficiente y un sector eléctrico responsable de más del 30% de la deuda externa. Lo anterior con subsidios a todos los estratos.
La Constitución de 1991 y sus desarrollos legales, especialmente las leyes 142 y 143 de 1994 y posteriormente la ley 1341 de 2009 y 1979 de 2019 en TIC, permitieron y consolidaron un régimen especial para la prestación de estos servicios.
Hoy, con significativa participación pública, los resultados son positivos, con indicadores incuestionables. En acueducto la cobertura pasó del 76% al 93,23% incorporando al servicio a 21,9 millones de colombianos; en agua potable pasamos del 43% a más del 88%, el reto es seguir mejorando en las zonas rurales.
Continuidad del servicio, de 15,4 a 21,5 horas. La tasa de mortalidad por enfermedades infecciosas intestinales en niños menores de 1 año por cada 10.000 nacidos vivos pasó de más de 16 a menos de 1,5, una disminución de 10 veces.
En alcantarillado la cobertura pasó del 60% al 89,3%; en la zona urbana, del 79% al 94%. Más de 25 millones de colombianos incorporados adicionalmente.
En recolección de residuos, del 60% al 92%. En 1991 la disposición final adecuada era de menos del 40% y en 2021 llegamos a 98,9%, cubriendo 1.009 municipios.
En energía eléctrica pasamos de una cobertura del 88% en 1991 al 98% actualmente, con 20,2 millones de personas más. No hemos vuelto a tener apagón porque la capacidad instalada pasó de 9.810 MW a más de 17.500 MW, sin sumar proyectos de energías renovables e Hidroituango, con 3.000 MW adicionales. La transmisión del Sistema Integrado Nacional tenía 6.785 Km y ahora más de 16.500 Km.
El gas natural muestra un cambio impresionante pasando de 500 mil usuarios en 31 municipios a más de 10 millones de usuarios, con casi 40 millones de beneficiarios. La red de gasoductos pasó en 30 años de 1.800 km a 7.749 km.
Las TIC tuvieron un cambio extremo. De 2,8 millones de líneas fijas en 1991 pasamos a 7,4 millones; no había líneas móviles y hoy son más de 73 millones. De cero conexiones a Internet a más de 35,7 millones de conexiones móviles y 8,2 millones de accesos con fibra o cable. La televisión por suscripción cuenta con más de 6 millones de abonados y las plataformas OTT permiten una nueva manera de tener este servicio.
Las cifras son contundentes y con orgullo mostramos los resultados. Por supuesto, hay que seguir mejorando, sobre todo cerrando brechas en el sector rural, construyendo sobre lo construido y no cayendo en el Complejo de Adán. El peor servicio y el más costoso es el que no se tiene, ¡No hay peor ciego que el que no quiere ver!
Camilo Sánchez
Presidente de Andesco