Es clave incluir en la primera línea de vacunación a los operarios de servicios y comunicaciones, por su riesgo y rol en la atención a la población.
El 2020 fue un año inédito y lo que va corrido del 2021 genera preocupación: casi cincuenta mil fallecidos, cerca de millón novecientos mil casos de contagios registrados y un duro golpe al aparato productivo con alta tasa de desocupación y presión sobre los presupuestos de la Nación. Los servicios públicos y comunicaciones han sido baluartes para que esta situación no sea más dramática.
La reactivación se podrá alcanzar aumentando inversión en infraestructura con valores superiores a $100 billones en otros sectores y en servicios públicos y comunicaciones con $30 billones, lo que derivará en generación de empleo y dinámica productiva de la cadena de valor.
Hay anuncios de reformas denominadas fiscales y no tributarias que añaden incertidumbre afectando los procesos de recuperación de la economía, al dilatar proyectos de inversión que están en proceso de convertirse en realidad y que, por esta falta de seguridad jurídica, se disminuirán los montos de inversión extranjera y nacional y un impacto positivo menor. Lo mismo sucede con iniciativas del orden laboral que, a pesar de parecer inicialmente beneficiosas para los trabajadores, en la práctica terminan encareciendo costos laborales y dificultando la formalización y generación de empleo.
El 2020 posibilitó mecanismos alternativos a partir de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones -TIC- facilitando una participación informada para el desarrollo de proyectos, lo cual debe continuar para el despliegue de infraestructura. Hay que agilizar los trámites estatales y tributarios a todo nivel; ampliar el espacio fiscal para aumentar el mecanismo de obras por impuestos y mantener beneficios tributarios que hasta ahora estaban empezado a utilizarse para dar resultados esperados.
La Transformación Digital en todos los sectores es clave para apalancar procesos de cambio e innovación y así mejorar la productividad y competitividad del país. Mantener también la flexibilización del trabajo remoto que ha permitido una aceleración de los
procesos virtuales.
No olvidar la consolidación de la Agenda 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de la movilidad sostenible (energía eléctrica y gas natural); inversión y crecimiento verdes, usando Fuentes No Convencionales de Energía Renovables; transición energética; economía circular; cosecha del agua y tratamiento de aguas residuales.
La consolidación de las cadenas de suministro formalizadas impulsan la producción y manufactura de las micro, pequeñas y medianas empresas regionales; en otras palabras: comprar lo nuestro. Finalmente, es esperanzadora la vacunación de la población que según datos recientes será durante todo el año con una proyección de al menos 29 millones de compatriotas. Se necesita logística eficiente, especialmente en la cadena de refrigeración y contar con personal técnico suficiente para lograr los niveles esperados. Es clave incluir en la primera línea de vacunación a los operarios de servicios públicos y comunicaciones por su riesgo y papel en todo el proceso de atención a la población. Estamos seguros de que juntos saldremos adelante. Ya pasó la horrible noche del 2020; el 2021 ratificará que la resiliencia de los colombianos es una de sus mayores virtudes.
Camilo Sánchez Ortega
Presidente de Andesco.
Tomado de Portafolio