Según el Banco Mundial, el alza del país es mayor al 4,5% previo. El pronóstico de la región mejora a 3,7%, pero con varios riesgos.
Al contrario de lo que le ocurrió a Colombia durante 2020, cuanto todos los organismos internacionales fueron empeorando sus pronósticos para el PIB, 2021 parece que inició con buenas noticias para el país, pues el Banco Mundial mejoró sus previsiones y espera que el crecimiento este año sea de 4,9%.
Según el informe que publicó ayer, esto supone una mejora respecto al análisis anterior, publicado en octubre de 2020 y que esperaba un avance de 4,5% este año. Sumado a esto, la entidad prevé un alza de 4,3% en 2022, lo que también supone una ligera mejora frente al 4,2% previo.
Cabe mencionar que, de acuerdo a las cifras que se publicaron ayer, la economía de Colombia presentaría un desplome de 7,5%, que será superior al 7,2% que esperaba al publicar sus últimas estimaciones.
Pero no solo Colombia registrará un crecimiento mayor al que se esperaba, sino que ocurrirá también en el conjunto de América Latina. Según el Banco Mundial, la región presentará un alza en su PIB de 3,7%, muy superior al 2,8% que se había estimado en el último ‘outlook’. No obstante, este repunte sería insuficiente para recuperar los niveles prepandemia, pues la caída en 2020 sería finalmente de 6,9%, según el BM.
Eso sí, aunque el informe del organismo internacional es optimista, también deja claro que los riesgos de la pandemia no se han acabado y que el crecimiento de Latinoamérica podría ser, en realidad, menor.
“Se espera que la actividad crezca 3,7% en 2021, a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los productos básicos y mejoren las condiciones externas. No obstante, el repunte será muy débil y se produce después de una década de crecimiento lento.
En un escenario negativo, en el que se retrase la distribución de las vacunas, con efectos económicos secundarios, el crecimiento podría ser aún menor, del 1,9%”, dice el reporte.
Con estas cifras, Colombia está por encima del promedio de crecimiento de Latinoamérica, y, por tanto, tendrá un mejor desempeño que varios de los países vecinos de la región.
Es el caso, por ejemplo, de Brasil, que crecerá en el 2021 un 3%, Chile que lo hará al 4,2%, Ecuador repuntará 3,5%, México un 3,7%, Paraguay 3,3%, y Uruguay un 3,4%. No ocurre lo mismo con Argentina, que tendrá el mismo repunte que Colombia, al tiempo que la economía de Perú tendrá un desempeño más destacado, con un incremento en su PIB de 7,6%, aunque tras un desplome de más de 12% en 2020.
Ante esto, el BM apunta a varios riesgos en América Latina. “El ritmo de actividad podría disminuir por varios factores, como la imposibilidad de contener la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, el resurgimiento de tensiones sociales, daños económicos ocasionados por la pandemia cuya gravedad no se previó, y perturbaciones por el cambio climático y los desastres naturales”, así como el deterioro de la confianza de inversionistas.
Sumado a esto, apunta que el pronóstico para la economía mundial es que el PIB del planeta crezca un 4%, ligeramente inferior al 4,2% que se preveía de forma previa e insuficiente frente a la caída de 4,3% que espera para el 2020.
Además, al igual que en Latinoamérica, problemas con la vacunación y otros impactos económicos podrían llevar a que la expansión global fuera de tan solo 1,6% durante este año.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de política se enfrentan a desafíos enormes —en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales— al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
“Para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y gobernanza”.
Tomado de Portafolio