Tras una larga sequía que ya comenzaba a preocupar sobre todo al sector agropecuario, el pasado 6 de abril, en medio de la cuarentena nacional, llovió en Cartagena.
Sin embargo la dicha de algunos al ver la aclamada lluvia duró poco. Bastaron unos cuantos minutos para que las redes eléctricas comenzaran a fallar y cientos de cartageneros en medio del confinamiento, se quedaran sin luz.
Esta situación provocó un escenario ya conocido en la ciudad: continuos señalamientos a Electricaribe por la inestabilidad de su servicio. Pero también suscitó las dudas en la ciudadanía por el que sería el nuevo operador, EPM.
Tras la subasta de Electricaribe, en la cual fueron ofertados los mercados Caribe Sol (Atlántico, Magdalena y La Guajira) y Caribe Mar (Bolívar, Sucre y Cesar), los grupos ganadores, el Consorcio Energía de la Costa S.A y Empresas Públicas de Medellín (EPM), respectivamente, iniciaron los trámites legales para la conformación de las dos nuevas empresas que se encargarán de distribuir y comercializar el servicio de energía eléctrica en la Costa.
EPM comenzó con el proceso el pasado 25 de marzo cuando suscribió el contrato de adquisición de las acciones y activos de Electricaribe en los tres departamentos de los cuales se hará cargo de la prestación del servicio.
Posteriormente se iniciarán las mesas de trabajo con Electricaribe para estudiar los pormenores de la operación del sistema eléctrico en cada territorio y en ese proceso se constituirá la nueva empresa.
Álvaro Rendón, gerente general de EPM, indicó que solo cuando todos esos procesos se lleven a cabo al 100%, la empresa tomará el control de la operación, estimando que eso sucedería, aproximadamente en septiembre de este año.
De acuerdo con la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, dentro de los próximos cinco años EPM deberá invertir $3.2 billones en los tres departamentos donde prestará el servicio, y la proyección a diez años está estimada en $5 billones para el mejoramiento de las redes eléctricas, las estaciones, las subestaciones, la tecnificación de los sistemas de medición y el mantenimiento de la infraestructura en general, con el fin de generar una considerable mejora en el servicio que reciben los ciudadanos.
Según Rendón, los recursos de estas inversiones saldrán de recursos propios, de caja, y cuando se comience con la operación, de los recursos de apalancamiento.
Con la adquisición de Caribe Mar, EPM sumó 1.5 millones de clientes más, llegando a un 35% en la participación que tienen en el mercado de distribución de energía en Colombia. Actualmente, este grupo opera el servicio de energía eléctrica con seis filiales en los departamentos de Caldas, Norte de Santander, Quindío y Santander.
Mientras que en Antioquia, Medellín y el área metropolitana del Valle de Aburrá, presta además de la energía, los servicios públicos de agua y gas natural.
El gerente de EPM indicó que la compañía tiene su portafolio dispuesto para cubrir la demanda de otros servicios en la región incluso en el aspecto de las aguas residuales, sin embargo eso dependerá de las posibilidades presupuestales de los territorios.
“Esa es una aspiración grande. Hay muchos servicios colaterales que no están medidos en nuestro modelo, pero que abren una esperanzadora compuerta para poder también servir con nuestras capacidades a esa región en agua, acueducto, alcantarillado y todo lo que demande la zona”, manifestó.
Julie González Ortega
Tomado de El Universal